Justicia y Paz pide una política migratoria basada en los derechos humanos

La red estatal profundiza en el drama de las migraciones forzadas y propone comunidades cristianas más acogedoras, solidarias y comprometidas
La Laguna (Tenerife) acogió la Jornada Anual de Justicia y Paz, una cita que este año reflexionó sobre Derechos Humanos y Migraciones, con la participación de unas 40 personas procedentes de diversas comisiones diocesanas, organizaciones eclesiales y entidades sociales.
El encuentro, organizado por la comisión general y la comisión diocesana de Tenerife, contó con la colaboración de Cáritas, la Delegación de Migraciones, la Fundación El Buen Samaritano y el Instituto Canario de Animación Social.
Del 25 al 27 de abril, abordaron las causas y consecuencias de los procesos migratorios, el endurecimiento de las políticas europeas, y las posibilidades de construir una sociedad más justa y hospitalaria.
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, presidente de la subcomisión episcopal de Migraciones y Movilidad Humana, reivindicó la dignidad de toda persona, el destino universal de los bienes y la necesidad de una autoridad global que gestione las migraciones con justicia, en coherencia con el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia.
Pacto Europeo de Migración y Asilo
Junto a él, Alberto Ares, director del Servicio Jesuita a Refugiados JRS Europa, y Diego Fernández, de Cáritas Española, alertaron sobre el nuevo reglamento de Extranjería y el Pacto Europeo de Migración y Asilo, cuyas medidas preocupan por su falta de humanidad.
Las voces migrantes también se escucharon, a través de los testimonios personales, como los de Usman, Abibou y Mor —jóvenes acogidos por la Fundación El Buen Samaritano—, emocionaron a las y los asistentes, al poner rostro a quienes cruzan fronteras con la esperanza de una vida digna. Igualmente participaron organizaciones como Cruz Roja, Proyecto Sansofé o Manos Unidas, compartiendo experiencias de trabajo diario en las islas.
En la mesa redonda sobre respuestas políticas se evidenció la escasa presencia institucional y se subrayó la urgencia de actuar en las causas estructurales de la migración: las desigualdades, los conflictos y la injusticia económica. En este sentido, se presentó la Iniciativa Legislativa Popular para la regularización extraordinaria de personas migrantes.
Comunidades acogedoras
El encuentro finalizó con un llamado conjunto a las comunidades cristianas y a la sociedad civil a generar una cultura del encuentro, a trabajar en red, a combatir los discursos de odio y a promover caminos de integración y justicia desde lo local con impacto global. En palabras del comunicado final, “no puede haber paz sin justicia, ni justicia sin fraternidad”.
La Jornada tuvo lugar en el marco de una profunda reflexión espiritual y social, alimentada por el recuerdo de la figura del papa Francisco, de cuya vida y testimonio con las personas migrantes se hizo memoria tras su reciente fallecimiento.

Redactor jefe de Noticias Obreras