Explotación y deshumanización

Este mes proponemos dos películas para concienciarnos sobre los derechos laborales y la presión a la que son sometidos los trabajadores. Ambas son francesas y están disponibles en Filmin.
Temporeros (2023), del director y guionista Pier-Philippe Chevigny, nos muestra el maltrato de los trabajadores migrantes en Quebec y cómo los derechos laborales no se aplican para todos los trabajadores de un mismo país por igual, ya que depende de si eres migrante o si tienes contratos temporales.
Con un guion con diálogos muy potentes, la mirada está puesta en Ariane, la protagonista, una traductora canadiense de raíces guatemaltecas, que es la encargada de acoger y ayudar con el idioma a los migrantes latinoamericanos que acaban de llegar a una fábrica de procesado de maíz.
Necesita el trabajo para conservar su apartamento, tras un proceso de divorcio y, aunque le aconsejan mirar para otro lado ante la falta de derechos de los trabajadores temporales y las intensas jornadas laborales, poco a poco se va implicando y protestando por los contratos precarios, por la falta de descanso o por el derecho a estar de baja, si es necesario. Una crítica contra un sistema que se aprovecha de los migrantes y los explota para luego desecharlos cuando no sirven a sus intereses de productividad.
Un nuevo mundo (2021) es una película francesa dirigida por Stéphane Brizé. Un director que apuesta por el cine social y comprometido en contra del capitalismo salvaje que ya nos había traído anteriormente La ley del mercado (2015). Esta vez, pone el foco en las multinacionales y cómo presionan a los directivos de las fábricas de las diferentes sedes para ganar más dinero, reestructurar y despedir empleados moviéndose en un mundo competitivo y despiadado en el que no hay un atisbo de humanidad y se pierde todo sentido moral.
Nos cuenta la tragedia profesional y personal de Philippe Lemesley, un directivo que lleva décadas trabajando para una gran empresa y que está en proceso de divorcio, ya que su vida profesional acabó afectando a toda su familia, trabajando todo el día y sin tener tiempo para los suyos.
Sin embargo, la responsable europea le pide cada vez más y, esta vez, a pesar de que la multinacional tiene ganancias, le exige recortes de personal para complacer al jefe estadounidense y lograr su propio ascenso.
Una película imprescindible en la que sientes la presión de todos los personajes y que sirve para concienciarnos sobre la deshumanización del trabajo en el mundo de las multinacionales y la presión a la que son sometidos los equipos directivos de las diferentes empresas y sedes nacionales. •

Licenciada en Ciencias Religiosas y maestra de Primaria.