Comprometidos por un mundo donde todas las personas sean tratadas con respeto y aceptación

Como personas cristianas, abogamos por el amor, la igualdad y la dignidad inherentes a todas las personas, independientemente de su orientación sexual, identidad de género o cualquier otra característica. Por ello, el sábado 17 de mayo, en el local de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) de Córdoba, con motivo del Día Internacional contra la homofobia, transfobia y bifobia, nos comprometíamos a crear un mundo donde todas las personas sean tratadas con respeto y aceptación, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien nos enseñó a amar sin condiciones, pues “ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28). Ese día se llevó a cabo un acto reivindicativo y comunitario, el cual pretende ser un espacio humilde y cercano en el que se genere un ambiente seguro donde poder compartir experiencias y testimonios de personas cristianas del colectivo en la iglesia.
A lo largo de la historia, las personas del colectivo han enfrentado innumerables episodios de discriminación, violencia y exclusión, de manera injusta e inhumana. Por ello, nos duele profundamente que nuestros hermanos y hermanas vivan estas situaciones diariamente, y no queremos ignorar ciertos eventos y datos relevantes. Concretamente, en el último año estudios a nivel estatal afirman que un 20,30% sufrió acoso, un 22,90% discriminación y un 6,8% una agresión física o sexual. En términos absolutos, extrapolando sobre las 3.500.000 personas del colectivo, en el último año 700.000 sufrieron acoso, 800.000 discriminación y 250.000 personas han sufrido agresiones físicas o sexuales.
Por todo esto, rechazamos todas las formas de violencia y velar por un mundo que celebre las diferencias como algo único y valioso. Nos comprometemos a movilizarnos contra la discriminación y construir una sociedad donde cada persona pueda vivir con dignidad y respeto, sin temor a ser agredida o excluida.
Es así como la elección de este día tan señalado se remonta al 17 de mayo de 1990, cuando la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Este evento marcó un hito importante en la lucha por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ y se convirtió en un día emblemático para promover la igualdad y la no discriminación.
Como creyentes y como Iglesia, lamentamos profundamente el dolor y el sufrimiento que muchas personas del colectivo han vivido por causa de actitudes y enseñanzas de la institución eclesial. Durante mucho tiempo, la Iglesia Católica ha tenido posturas muy estrictas sobre la sexualidad, y esto ha llevado a que se juzgue y excluya a personas por su orientación o identidad, siendo esto injusto e inhumano.
Queremos comprometernos a construir caminos de mayor comprensión, respeto y reconciliación. Creemos firmemente que todas las personas, sin importar su orientación o identidad, son amadas por Dios y merecen ser tratadas con dignidad. Porque todas y todos formamos parte de la Iglesia.
La llamada que sentimos a defender los derechos LGTBIQ+ desde la comunidad cristiana surge de la esencia misma de la fe, que nos insta a amar y respetar a todos los seres humanos, porque todas somos valiosas y dignas.
Por nuestra parte, la JOC de Córdoba, nos levantamos en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas del colectivo LGTBIQ+ y reafirmamos nuestro compromiso con la justicia, inclusión y derechos humanos. Declaramos que todas las personas deben ser tratadas con dignidad y rechazamos cualquier forma de discriminación o violencia contra el colectivo, tanto fuera como dentro de la Iglesia.

Somos personas Jóvenes Obreras Cristianas. Protagonistas para transformar el mundo. Siguiendo el estilo de vida de Jesús.