Trabajadores domésticos en Malí

Trabajadores domésticos en Malí
El trabajo informal engloba todas las ocupaciones y formas de producción de personas sin un marco legal que regule sus condiciones laborales.

Puede incluir el trabajo familiar no remunerado, el trabajo por cuenta propia, el trabajo en empresas de hasta cinco empleados y el trabajo doméstico. Más del 60 % de la población activa mundial está empleada en la economía informal.

En Malí, el sector informal representa una parte importante de la actividad económica del país. Da empleo a más del 95% de la población activa y contribuye al desarrollo económico. Según el Banco Mundial, la economía informal maliense representa alrededor del 70% del producto interior bruto (PIB). Este sector es dinámico y da empleo a casi dos tercios de la población total.

Por este motivo, el MTC Malí se ha propuesto luchar por un trabajo digno para las trabajadoras domésticas, un colectivo muy importante en Malí. Estas trabajadoras suelen tener entre 15 y 20 años y proceden mayoritariamente de zonas rurales donde sus padres tienen menos ingresos. Trabajan como empleadas domésticas para ayudar a sus familias y pagar su dote nupcial.

De cada 100 hogares de Malí, 97 emplean, al menos, a una trabajadora doméstica. En la década de 2000, estas trabajadoras cobraban menos del salario mínimo y no tenían derecho a cobertura sanitaria, ni siquiera a un periodo de descanso diario o semanal.

Gracias a la formación y asistencia recibida, hoy en día la mayoría de estas trabajadoras cobran el salario mínimo (40.000 francos CFA, unos 60,98 euros), tienen derecho a un período de descanso diario y a un día de descanso semanal, y cuentan con seguro médico. Estas trabajadoras, que fueron torturadas y maltratadas durante su trabajo, ahora son respetadas y tratadas con dignidad.

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Ahora están organizadas en asociaciones y grupos para defender sus derechos. El MTC Malí ha creado dos redes de defensa que agrupan al menos a 30 organizaciones y asociaciones que luchan por la protección de las trabajadoras domésticas y, sobre todo, por la ratificación del Convenio 189 de la OIT, que aún no ha sido ratificado por el Gobierno maliense.

¿Qué podemos hacer para promover su ratificación y aplicación, cuando somos conscientes de su importancia para nuestros hogares?