El Papa pide promover un “multilateralismo estable” en un mundo de “policrisis”
El papa Francisco ha exhortado a promover un “multilateralismo estable”, que no dependa de las circunstancias políticas cambiantes, en un mundo de “policrisis”, dotado de capacidad para proveer al bien común mundial, a la eliminación del hambre y de la pobreza, y a la defensa segura de los derechos humanos fundamentales
“El término ‘policrisis’ evoca el carácter dramático de la coyuntura histórica que estamos viviendo, en la que convergen guerras, cambios climáticos, problemas energéticos, epidemias, fenómenos migratorios e innovaciones tecnológicas. La imbricación de estas cuestiones críticas, que afectan actualmente a diversas dimensiones de la vida, nos lleva a preguntarnos por el destino del mundo y por nuestra comprensión del mismo”, subraya el pontífice, en su mensaje a la Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida, firmado en el Policlínico Gemelli, donde se encuentra hospitalizado desde el pasado 14 de febrero por una neumonía bilateral.
En este contexto, Francisco invita “escuchar atentamente la contribución de los ámbitos del conocimiento científico” para no permanecer “inmóviles, anclados en las certezas, hábitos y miedos” de cada uno.
Además, añade que “la escucha de las ciencias ofrece continuamente nuevos conocimientos”. “Pensemos en lo que se nos dice sobre la estructura de la materia y la evolución de los seres vivos: surge una visión de la naturaleza mucho más dinámica respecto a lo que se pensaba en tiempos de Newton. Nuestra manera de entender la ‘creación continua’ debe ser reelaborada, sabiendo que no será la tecnología la que nos salve”, señala.
Progresiva irrelevancia de los organismos internacionales
El Papa lamenta que se constata “una progresiva irrelevancia de los organismos internacionales, que se ven socavados también por actitudes miopes, preocupadas por la protección de intereses particulares y nacionales” y anima a comprometerse “con determinación” por organizaciones mundiales más eficaces, dotadas de capacidad para proveer al bien común mundial, a la eliminación del hambre y de la pobreza, y a la defensa segura de los derechos humanos fundamentales.
“De este modo, se promueve un multilateralismo que no depende de las circunstancias políticas cambiantes ni de los intereses de unos pocos, y que tiene una eficacia estable. Se trata de una tarea urgente que concierne a toda la humanidad”, enfatiza el Papa.
Finalmente, hace un llamamiento a la esperanza, en medio del Año Jubilar, ante lo que define como “una crisis compleja y planetaria”.
