Cristianos ante el drama de las personas migrantes

Llamamos «migrantes» a las personas pobres que ya están o llegan a España procedentes del tercer mundo. A los que llegan con dinero –futbolistas, artistas de cine, personas de negocios…– los llamamos «extranjeros».
Al migrante sin papeles se le califica de «ilegal». Estos pobres migrantes que, con todo derecho, buscan un porvenir mejor y para ello arriesgan su seguridad, son esclavizados por las mafias a las que entregar lo poco que tienen para venir a Canarias en pateras o cayucos. Por las murallas que encuentran para entrar en la tierra de sus sueños, porque se ven arrastrados por los suelos cuando intentan buscar un trabajo. Encima, no faltan hasta cristianos de buena conducta que los califican de malos, delincuentes y peligrosos, sin tener en cuenta la situación en que sobreviven.
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Teólogo