Los movimientos populares convocan a rezar o enviar “buena onda” por la salud del papa Francisco

Los movimientos populares convocan a rezar o enviar “buena onda” por la salud del papa Francisco
FOTO | REUTERS/Max Rossi
La salud del papa Francisco preocupa tras complicarse su bronquitis con una neumonía bilateral. Los movimientos populares convocan a orar o enviar “buena onda” de apoyo por su recuperación

La salud del papa Francisco, de 88 años, ha generado gran preocupación en las últimas horas tras conocerse que la bronquitis que motivó su ingreso hospitalario el pasado 14 de febrero se ha complicado con una neumonía bilateral. Aunque el Vaticano asegura que el pontífice mantiene “buen humor” y responde a la terapia, su estado clínico sigue siendo “complejo”.

Ante esta situación, los movimientos populares realizan un llamamiento a las personas trabajadoras más humildes y sin derechos en todo el mundo, invitándolas a sumarse en oración y muestras de afecto y cercanía al Papa.

En concreto, instan a participar en misas y, en palabras del propio Francisco en su mensaje al III Encuentro Mundial de Movimientos Populares, a “rezar por mí y los que no pueden rezar, ya saben, piénsenme bien y mándenme buena onda”.

La preocupación por la salud del Papa se extiende a nivel global, y esta convocatoria busca expresar el reconocimiento de quienes han visto en su pontificado un firme acompañante y defensor de los descartados del sistema.

Su mensaje de esperanza y lucha por la dignidad de las personas trabajadoras más pobres sigue resonando en quienes han encontrado en él un anhelo compartido por tierra, techo y trabajo, fortaleciendo la convocatoria a la oración y solidaridad en este difícil momento crítico.

En Argentina, su tierra natal, los movimientos populares han respaldado la convocatoria del arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, quien celebrará una misa el próximo lunes 24 de febrero a las 17:00 horas en la Plaza Constitución.

Este lugar es especialmente significativo para Francisco, ya que, cuando era arzobispo de la ciudad, allí realizaba misas con cartoneros y cartoneras y acompañaba a las personas más vulnerables.