Trabajadores cristianos de Jaén escuchan la precariedad laboral de los jóvenes

Trabajadores cristianos de Jaén escuchan la precariedad laboral de los jóvenes
Un encuentro analiza “los múltiples obstáculos que enfrentan” las personas jóvenes en el acceso a un proyecto de vida digna. Compartieron la motivación de “ponerse en camino atravesando incertidumbres, pero con esperanza y compromiso”

La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Jaén organizó este viernes un Café para abordar la situación de la juventud y el trabajo. La cita fue en la sede del Orienta de la Fundación Don Bosco, donde jóvenes trabajadores y trabajadoras compartieron sus experiencias y reflexionaron sobre las dificultades que enfrentan para acceder a un trabajo decente. A la reunión asistieron también trabajadoras del Servicio de Salud Responde, del hogar, militantes y amistades de la organización de trabajadoras y trabajadores cristianos.

La iniciativa, convocada en el contexto de desarrollo de la campaña “Cuidar el trabajo, cuidar la vida“, comenzó con una radiografía de la situación laboral y prelaboral de las personas jóvenes, que expusieron los múltiples obstáculos que afrontan. Entre ellos, destacaron la falta de plazas públicas en ciclos formativos, de prácticas laborales y la privatización de la educación, así como los prejuicios hacia jóvenes migrantes, exreclusos y aquellos procedentes de centros de menores, a quienes se asocia injustamente con la delincuencia.

Además, se denunciaron el racismo, un ocio cada vez más mercantilizado, el acceso limitado a la vivienda y las dificultades para utilizar la salud pública, todo ello agravado por el impacto en la salud mental. No obstante, dos jóvenes trabajadoras, Aitana y Cándida, relataron con valentía su esfuerzo constante para formarse y buscar empleo, pese a haber presentado cientos de currículum, asistido a decenas de entrevistas y enfrentado a condiciones laborales precarias en empleos esporádicos. “Nos falta vivienda, recursos mínimos, regularización y trabajo indecente, pero seguimos luchando por un proyecto de vida que cuide nuestra dignidad”, expresaron.

Cuidar el trabajo para cuidar la vida

En la reflexión se coincidió que “cuidar la vida es imposible si no se cuida el trabajo”. Se subrayó la necesidad de políticas públicas que aseguren derechos fundamentales como el acceso a la vivienda y al empleo para garantizar una vida digna. “Solo un trabajo decente puede sostener una vida digna”, afirmaron, destacando que la esperanza y el compromiso son fundamentales para afrontar la precariedad.

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“La esperanza hace fuertes a las personas. No es ciega, pero entiende que la injusticia y el sufrimiento no tienen la última palabra. Confía en la capacidad de cambio y en la potencia de la vida”, señalaron desde la HOAC diocesana, reconociendo también la importancia de consolidar vínculos y acompañar a quienes viven en situaciones de precariedad.

Compromiso colectivo

Finalmente, se plantearon avanzar en compromisos concretos para exigir a instituciones, empresas y sociedad que promuevan trabajo decente entre los jóvenes. “No podemos resignarnos a un modelo de integración precaria ni aceptar una dualidad que asocie empleo a pobreza económica. El bien común no puede permitir que haya personas excluidas”, se insistió en el diálogo, motivados a “ponerse en camino atravesando incertidumbres, pero con esperanza y compromiso”.

En el encuentro, se anunció una convocatoria para marzo, donde se presentará en la diócesis la Juventud Obrera Cristiana (JOC), movimiento que busca desarrollar procesos de formación para la vida que permitan acompañar y hacer protagonistas a los jóvenes trabajadores en su lucha por un futuro más justo.