Hasta las personas multimillonarias consideran la concentración de la riqueza como un peligro para la democracia

Hasta las personas multimillonarias consideran la concentración de la riqueza como un peligro para la democracia
FOTO | Multimillonarios y magnates tecnológicos en la investidura de Trump. Vía Reuters
“La extrema concentración de riqueza está causando graves daños económicos a muchas personas y familias en todas partes, mientras la riqueza, el control y el poder de los superricos crecen sin cesar”. No lo dice un activista radical, sino una de las personas más ricas del planeta.

En concreto, la afirmación corresponde a Phil White, que amasó una fortuna con la consultoría de negocios. No es la única persona multimillonaria preocupada por la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y la deriva que afecta a las instituciones democráticas en todo el mundo.

“Si los y las representantes políticos quieren hacer algo para garantizar la estabilidad de nuestras democracias, sólo necesitan demostrar su determinación política para que, de una vez por todas, las personas más ricas como yo paguemos más impuestos”, ha afirmado la hereda del imperio que lleva su apellido, Abigail Disney.

“Es fácil decir que la elección de una figura como Donald Trump es una aberración, pero no lo es. Donald Trump –junto con el que ya se empieza a conocer como el “primer amigo”, Elon Musk– es la conclusión inevitable de décadas de inacción por parte de líderes mundiales que no han logrado ponerle freno a la desigualdad extrema. Es difícil ser optimista sobre lo que nos espera en los próximos cuatro años”, completa la documentalista galardonada con varios premios Emmy y miembro de la red “Patriotic Millionaires” (“Millonarios patrióticos”).

Dos tercios de los millonarios reconocen su preocupación por el impacto que tiene la extrema concentración de la riqueza que las políticas de Trump van a acelerar, según una nueva encuesta publicada coincidiendo con la edición anual del Foro Económico Mundial en Davos.

La encuesta realizada a 2.902 personas millonarias en países del G20 advierte de que el creciente poder de los superricos puede tener efectos perversos para las instituciones democráticas y la cohesión social.

De hecho, el 60% de las personas millonarias encuestadas creen que los superricos interfirieron de manera inapropiada en las elecciones de Estados Unidos.

La proporción aumenta, a más del 70%, cuando se les pregunta si están de acuerdo en que los superricos influyen de manera desproporcionada en la opinión pública en general, mediante el control de los medios de comunicación y las redes sociales, aprovechando la ley a su favor y comprando el acceso quienes toman las decisiones.

El mismo porcentaje, siete de cada 10, respondieron categóricamente que la influencia de los superricos está socavando la confianza pública en las instituciones -tan importante para mantener unidas a la sociedad- como los medios de comunicación, el sistema judicial y la propia democracia.

Tal es su visión de lo que está ocurriendo y lo que está por venir que más de 370 personas millonarias y multimillonarias de 22 países, como los citados Abigail Disney y Phil Whit, además de la heredera de la química BASF, Marlene Engelhorn, el músico Brian Eno, el cineasta Richard Curtis o el actor Brian Cox, han firmado una carta impulsada por “Patriotic Millionaires International”, “Millionaires for Humanity” (“Millonarios por la humanidad“) y “Taxmenow” (“Cóbrame impuestos  ahora“) y Oxfam dentro de la campaña “We Must Draw The Line” (“Es hora de poner límite”), reclamando un acción enérgica a los gobiernos del mundo.

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En ella se dice que “la concentración de riqueza ya no es sólo una cuestión de cuánto dinero se tiene. Es una cuestión de poder. Si ustedes, los y las representantes políticos a quienes hemos votado, continúan descuidando esta crisis de extremismo de la riqueza, los cimientos de la democracia que tanto esfuerzo nos ha costado construir, no sólo seguirán debilitándose, sino que tendrán que hacer frente a amenazas aún mayores”.

Aumentar impuestos

El aumento de los impuestos a los superricos para financiar servicios públicos que reduzcan las desigualdades es una de las soluciones que concitan más consenso, y no solo entre las clases medias e inferiores.

Siete de cada diez de las personas millonarias encuestadas apoyan que se eleven los impuestos a los más ricos. Marlene Engelhorn, que es también cofundadora de “taxmenow”, tiene muy claro que “es hora de que los superricos paguen más impuestos”.

“Los superricos están acumulando para sí mismos más riqueza y poder mientras el resto del mundo vive en una situación de ansiedad económica. Ya no contamos con medios de comunicación independientes y objetivos; nuestros sistemas políticos y legales están en venta y nuestras democracias operan en un terreno muy inestable. Por el bien de todas las personas, en todos los países, tenemos que tomar medidas cuanto antes”, afirma.

La “New Economics Foundation” (“Fundación Nueva Economía”) y Patriotic Millionaires trabaja para establecer el “límite de riqueza extrema”, una nueva métrica que ayude a determinar el punto a partir del que la concentración de la riqueza comienza a ser perjudicial para la sociedad y el planeta.

“Los superricos manejan ahora mucho más que dinero: manejan lo que leemos, lo que vemos, la información que recibimos e, incluso, cómo votamos. Cuando una élite de superricos determina el resultado de las elecciones simplemente para proteger sus intereses creados y ganar incluso más, queda claro que estamos ante una era aterradora de riqueza extrema”, decía el actor Brian Cox, quien interpretó al milmillonario Logan Roy en la serie Succession.