Francisco llama a caminar juntos por una sociedad más justa e igualitaria en el “Año del Pueblo Gitano”

Francisco llama a caminar juntos por una sociedad más justa e igualitaria en el “Año del Pueblo Gitano”
Foto | Celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano (aecgit.org)
En el declarado “Año del Pueblo Gitano en España”, con motivo de los 600 años de su llegada a nuestro país, el papa Francisco agradece a esta comunidad su rica historia, su valentía y su fe y llama a trabajar por una sociedad más justa e inclusiva.

El papa Francisco ha expresado su cercanía y reconocimiento hacia la comunidad gitana de España en una carta que encabeza con un revelador: “Queridos primos y primas, tíos y tías, querido Pueblo Gitano de España”, para después confesar que aprovecha la ocasión para mostrar su afecto reconocimiento a “sus valores y animarlos a afrontar el futuro con esperanza”.

Este sexto centenario se ha erigido en una oportunidad histórica para celebrar la contribución cultural, social y lingüística del pueblo gitano, pero también de reconocer las injusticias cometidas y la desigualdad persistente. No solo para poner en práctica la memoria histórica, sino también para reforzar el compromiso contra las desigualdades estructurales que afectan a las comunidades gitanas en España.

José E. Abajo, en un análisis para la revista Magisterio, recuerda que el primer documento que acredita la llegada de la población gitana es el salvoconducto expedido por Alfonso V de Aragón en Zaragoza, el 12 de enero de 1425, a favor de Juan de Egipto Menor. Este documento concedía derechos de libre desplazamiento a los “egipcianos y grecianos” que llegaban como peregrinos.

Sin embargo, como señala el historiador Manuel Martínez, este inicial gesto de acogida se truncó a finales del siglo XV. En 1499, los Reyes Católicos firmaron en Madrid la primera pragmática antigitana, revocando los derechos de los gitanos y ordenando la supresión de sus costumbres y modos de vida. Las sanciones, que incluían destierros, castigos corporales y esclavitud, marcaron el inicio de una persecución multisecular que se prolongó durante siglos.

Abajo subraya que entre los siglos XV y XX se promulgaron más de 250 disposiciones legales contra el Pueblo Gitano en España. El último vestigio legal de esta persecución se puede encontrar en el antiguo Reglamento de la Guardia Civil abolido el 7 de junio de 1978.

El largo periodo de exclusión institucionalizada ha dejado profundas heridas en forma de marginación social, estigmatización y prejuicios que persisten hasta nuestros días. De ahí que este año se presente como una ocasión. La propia declaración institucional del Gobierno asume la existencia de barreras que siguen limitando el acceso de las personas gitanas a derechos fundamentales como la educación, el empleo, la vivienda y la salud.

El Papa ha recuperado las palabras de san Pablo VI, quien en 1965 dijo: “Ustedes están en el corazón de la Iglesia». Este mensaje es un recordatorio de que el Pueblo Gitano es parte integral de nuestra comunidad de fe, y que su historia y cultura enriquecen la vida de la Iglesia, que les sigue “abriendo sus puertas de par en par”.

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El Santo Padre, siguiendo el proceso sinodal abierto que llama a seguir caminando juntos, invita también a la comunidad gitana a “evangelizar, para contagiar la alegría de vivir la fe, la esperanza y el amor cristianos”, todo ello “sin renunciar a los mejores valores de su cultura”.

Francisco reconoce que “tienen mucho que aportar a la Iglesia y a la sociedad, con valores como el aprecio a los mayores y el sentido de familia; la capacidad para mantener la alegría; o el significado del trabajo como un medio para vivir y no tanto para acumular.

Avances y desafíos

Aunque en las últimas cinco décadas se han logrado avances significativos, especialmente en el ámbito educativo, todavía el pueblo gitano presenta grandes carencias, como demuestran las altas tasas de fracaso escolar, la segregación educativa y la baja representación de estudiantes gitanos en la universidad.

Cerca de la mitad del alumnado gitano continúa escolarizado en centros “guetizados”, un fenómeno que refleja el antigitanismo latente en el sistema educativo. Esta segregación, unida a bajas expectativas y prácticas educativas excluyentes, dificulta el desarrollo académico y social de los estudiantes gitanos.

Por eso Abajo insiste en la importancia de incluir la historia y cultura del Pueblo Gitano en el currículo escolar, tal como establece la LOMLOE. Reconocer el legado del Pueblo Gitano en las aulas es fundamental para combatir los estereotipos y promover una convivencia basada en el respeto y la valoración de la diversidad.

En su opinión, este aniversario debe ser un punto de inflexión para abordar las desigualdades persistentes y construir un futuro más inclusivo para las comunidades gitanas. Como recuerda el autor, “sentirnos interpelados por la situación del Pueblo Gitano implica asumir nuestra responsabilidad como sociedad para garantizar la igualdad y la justicia”.

También Francisco apuesta por “seguir trabajando, porque todavía hay prejuicios que superar y situaciones dolorosas a las que hacer frente”. Ante ello, reafirma el compromiso de la Iglesia por acompañar a la comunidad gitana en su camino hacia la inclusión y el bienestar.

El pontífice agradece, igualmente, el trabajo de todas las personas que dedican “cariño y tiempo” a la pastoral con gitanos, invita a “mantener abiertas las puertas de nuestras comunidades a los primos y primas que ya no celebran la fe en la Iglesia católica, ofreciéndoles siempre la amistad y el diálogo propios de quienes estamos llamados a vivir en fraternidad, más allá de nuestras diferencias”.

Por último, el Santo Padre ha recordado las figuras de los beatos Emilia Fernández, la canastera, y Ceferino Giménez, el tío Pelé, con el deseo de seguir su estela como «maestros de fe y de vida para gitanos y payos.