El Papa propone una comunicación comprometida que reconozca la dignidad de cada ser humano
El pontífice emplaza a periodistas y comunicadores a realizar una comunicación “que construya puentes” y a contar historias llenas de esperanza “teniendo en cuenta nuestro destino común y escribiendo juntos la historia de nuestro futuro”
El papa Francisco dedica su mensaje para la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, publicado hoy en el inicio del Jubileo de la Comunicación, a reflexionar sobre el papel esencial de los comunicadores en tiempos de desinformación y polarización.
En su texto Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones, alerta sobre los peligros de una comunicación que siembra miedo, fanatismo y odio, y que utiliza la simplificación de la realidad para provocar reacciones instintivas. “Hoy en día, con mucha frecuencia la comunicación no genera esperanza, sino miedo y desesperación, prejuicio y rencor, fanatismo e incluso odio”, lamenta Francisco.
El Papa emplaza a “desarmar” la comunicación, eliminando la agresividad y el reduccionismo, que tantas veces buscan dividir en lugar de unir. “Reducir la realidad a un eslogan nunca produce buenos frutos”, señala, enfatizando la necesidad de contrarrestar la “dispersión programada de la atención” que generan los sistemas digitales, los cuales, perfilando a las personas según lógicas de mercado, debilitan el sentido de comunidad.
El pontífice subraya que la esperanza requiere valentía, “es un riesgo que correr. Incluso es el riesgo de los riesgos”. Según el pontífice, para el pueblo de Dios la esperanza es una virtud transformadora, capaz de cambiar la vida y promover compromisos concretos con el bien común.
En este sentido, Francisco ha señalado tres claves esenciales “en relación con el testimonio y con la comunicación cristiana”. La primera es situar a Cristo en el corazón de la esperanza, cuya presencia permite “esperar contra toda esperanza y ver los rastros del bien escondidos, incluso cuando todo parece perdido”. Una segunda clave es testimoniar con el amor vivido, una esperanza que debe manifestarse a través de la vida concreta y no solo mediante palabras, “los cristianos no son aquellos que ‘hablan’ de Dios, sino quienes reflejan la belleza de su amor”, dice. Y, la tercera es comunicar con delicadeza y respeto, siguiendo el ejemplo de Jesús, el mayor comunicador de todos los tiempos, cultivando una comunicación que dialogue, escuche y construya puentes —sirve para toda comunicación en general—.
“Sueño con una comunicación que sepa hacernos compañeros de camino de tantos hermanos y hermanas nuestros, para reavivar en ellos la esperanza en un tiempo tan atribulado. Una comunicación que sea capaz de hablar al corazón, no de suscitar reacciones pasionales de aislamiento y de rabia, sino actitudes de apertura y amistad; capaz de apostar por la belleza y la esperanza aun en las situaciones aparentemente más desesperadas; capaz de generar compromiso, empatía, interés por los demás. Una comunicación que nos ayude a ‘reconocer la dignidad de cada ser humano y [a] cuidar juntos nuestra casa común'”, ha expresado.
Claves para cuidar la comunicación
El Papa ha dedicado un último apartado planteando la importancia de cuidar la vida interior en la comunicación, “ante las vertiginosas conquistas de la técnica” dejando algunas pistas.
Ha recordado “no olvidar nunca el rostro del otro”, alentado a sembrar esperanza aun en medio de las dificultades y frente a “las reacciones instintivas”, practicando una comunicación que sane las heridas y fomente la empatía. También sugiere “dar espacio a la confianza del corazón” frente a las adversidades y florece, citando algunos ejemplos, “en la esperanza de las madres que rezan cada día para ver a sus hijos regresar de las trincheras de un conflicto; en la esperanza de los padres que migran entre mil riesgos y peripecias en busca de un futuro mejor; en la esperanza de los niños que logran jugar, sonreír y creer en la vida incluso entre los escombros de las guerras y en las calles pobres de las favelas”.
Finalmente, Francisco destaca que una comunicación auténtica debe ser “testigo y promotora de una cultura del cuidado, que construya puentes y atraviese los muros visibles e invisibles de nuestro tiempo”. Además, anima a contar historias llenas de esperanza, “teniendo en cuenta nuestro destino común y escribiendo juntos la historia de nuestro futuro”, concluyó.
Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)