Ajustes necesarios en el sistema fiscal español
El sistema tributario español es un sistema consolidado pero insuficiente e injusto.
Es insuficiente porque arrastra un déficit estructural desde hace muchos años. La Comisión Europea suspendió, por causa de la pandemia, las reglas fiscales que obligaban a los Estados a vigilar sus déficits públicos. Pero ya ha pasado la emergencia y los países europeos tienen que acelerar el saneamiento de las cuentas públicas y la reducción de la deuda acumulada.
El Gobierno envió a Bruselas sus previsiones de déficit público: este descenderá desde el 3,6% del PIB en 2023 hasta el 3% en 2024 y el 2,5% en 2025. Para conseguirlo, es necesario incrementar los ingresos salvo que se opte por reducciones en el gasto. La experiencia muestra como los recortes se concentran en los servicios públicos esenciales con efectos muy regresivos.
Subir los ingresos parece la salida más lógica, más aún cuando el peso medio de la recaudación tributaria en la UE es el 41,7% frente al 36,8% de España. Es decir, que para pagar más o menos lo mismo que la media europea debería subir la recaudación casi un 15%. La ciudadanía española quiere un nivel de servicios y prestaciones públicas semejantes a los países europeos y eso solo puede conseguirse recaudando cifras parecidas de impuestos.
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Catedrático de Economía aplicada de la UNED
Coordinador de la Plataforma por la Justicia Fiscal
