Recrear el sentido del trabajo a través de la no violencia cristiana

Recrear el sentido del trabajo a través de la no violencia cristiana
FOTO | Antonio J. Aranda (i) y Nicolas Paz
Las XXX jornadas de pastoral del trabajo han acogido propuestas relevantes para el futuro de esta misión de toda la Iglesia como la llamada a recrear “esa otra manera más humana” de entender el trabajo y reconocer el cuidado, que dirigió la presidenta de la HOAC, Maru Megina, “organizando la esperanza desde la no violencia cristiana”, del representante de Pax Christi, Nicolás Paz.

La presidenta de la HOAC, Maru Megina, en su saludo a las personas asistentes a las jornadas de pastoral del trabajo, llamó a seguir trabajando para que “sea de toda la iglesia y sea cada vez más significativa”, porque “este mundo lo necesita”.

Además de celebrar los avances en los tres años de recorrido de la pastoral obrera de la Iglesia en España, apostó por cultiva la esperanza compartida para fomentar la esperanza, la “extensión y transversalidad pastoral”, en diálogo con “nuevas realidades sociales, sindicales y políticas de la pastoral obrera”.

Lo que esta pastoral pretende, señaló, como toda la Iglesia, no es más ni menos que favorecer que “todas las personas, especialmente las empobrecidas, tengan posibilidad de conocer el plan que Dios tiene para cada uno y cada una, para hacerla feliz”. Sin embargo, solo podrá avanzar la fraternidad, la solidaridad, el cuidado mutuo y de la naturaleza y respeto a los derechos fundamentales, si el trabajo ocupa “el centro de la vida social y política”.

Como Iglesia, debemos esforzamos cada día, admitió, “en acompañar la vida de los trabajadores y trabajadoras, ayudarlas a descubrir la explotación, la precariedad, la falta de empleo, la competitividad que deja en la cuneta, el accidente o la enfermedad laboral que incapacita e incluso mata” y denunciar las injusticias y la falta de trabajo digno, “siempre junto a otros y otras, nunca defendiendo mi situación particular”.


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Pero también, añadió, es importante ir “recreando esa otra manera más humana” que pasa por trabajar en el cuidado de las personas y la naturaleza. “Porque eso, estamos convencidas, es lo que Dios quiere”, afirmó.

FOTO | Maru Megina

Organizar la esperanza desde el conflicto

También acudió a las jornadas, Nicolás Paz, responsable de la Iniciativa Católica por la Noviolencia de Pax Christi Internacional, un movimiento reconocido por el Vaticano en 1952, para expresar su apoyo a la tarea de organizar “la esperanza del todo el pueblo de Dios, también en el mundo del trabajo con la Pastoral Obrera y con los movimientos populares”.

En su alocución, quiso tener un reconocimiento especial, a “las personas grupos y organizaciones que han prestado y siguen prestando su servicio en la evangelización del mundo obrero”, por su “testimonio inestimable de no violencia del Evangelio en y desde el conflicto” y el acierto de “encarnar el amor de Jesús en acción, no renunciando al conflicto, sino desde él, organizando la esperanza para construir diálogos social”.

Esta organización ha querido sumarse a la misión de “denunciar proféticamente las causas estructurales” de las muchas violencias que padece el mundo, en este caso en los ambientes laborales y precarizados,  para así “organizar la esperanza”, desde el convencimiento de que “el amor a los enemigos constituye el núcleo de la revolución cristiana” y que la no violencia cristiana “no se debe entender como un rendirse ante el mal, sino en responder al mal con el bien, rompiendo de este modo la cadena de la injusticia de la que tanto hemos hablado estos días”.

Pax Christi se dedica especialmente a “profundizar en la comprensión y el compromiso con la práctica de la no violencia del Evangelio, mostrando como la no violencia está en el corazón del mensaje de Jesús” y “como la Iglesia adoptando dichas herramientas puede producir un cambio profundo en el mundo”, según Nicolás Paz, quien compartió “un saludo fraterno de solidaridad global por un futuro no violento” de parte de su movimiento, y exhortó, como diría al papa Francisco, a hacer lío y a seguir organizando la esperanza.