Gravar y prohibir el lujo de los milmillonarios para financiar la transición justa

Gravar y prohibir el lujo de los milmillonarios para financiar la transición justa
Si todas las personas del planeta vivieran como lo hacen las 50 personas más ricas, el mundo se volvería inhabitable, en solo cinco meses, según revela Oxfam Intermón, que insta a los gobiernos a establecer impuestos a los más ricos y prohibiciones al uso de aviones privados y yates.

Las personas ultrarricas generan más emisiones de carbono en 90 minutos que una persona media en toda su vida, debido a sus inversiones, aviones privados y yates.

Bastan cuatro años emitiendo CO2 al mismo ritmo que ahora para provocar un aumento de un aumento de la temperatura media global por encima de los 1,5°C.

A la cantidad de dióxido de carbono que se puede seguir liberando  a la atmósfera sin provocar el calentamiento global se le llama “presupuesto de carbono”. Ese margen de seguridad para evitar el cambio irreversible del clima se agotaría en menos de cinco meses, si la humanidad adopta el estilo de vida del 1% más rico. Menos de dos días, si las emisiones aumentan a la velocidad a la que lo hacen los jets privados y los súper yates de un milmillonario medio.

La organización humanitaria no sólo pide una fiscalidad capaz de reducir la contaminación de las fortunas milmillonarias, sino que además reclama a los Gobiernos un mejor control de las actividades de las empresas para realmente reduzcan sus emisiones.

También defiende que los que más contaminan paguen más a través de un impuesto a los millonarios, con el que se podrían recaudar grandes cantidades de dinero para combatir la crisis climática, especialmente en los países que más la sufren.

Oxfam Intermón apuesta por cambiar la economía global de modo que no siga beneficiando solo a quienes más tienen a la costa del resto del planeta.

Los gobiernos deben asegurarse de que las ganancias del 10% más rico no sean mayores que las del 40% más pobre, defiende esta organización.

La desigualdad de las emisiones de carbono mata

El estudio que ha publicado Intermón Oxfam, con motivo de la COP29, La desigualdad de las emisiones de carbono mata analiza las emisiones tanto del transporte de lujo como de las inversiones contaminantes de los milmillonarios y detalla también cómo las personas más ricas alimentan la desigualdad, el hambre y la muerte en el mundo con sus niveles tan elevados de emisiones.

En él también se señala que, en España, el 1% más rico emitió el 8% de las emisiones del consumo nacional entre 1990 y 2019. En términos de emisiones per cápita, una persona de ese 1% contamina 17 veces más que una persona de la mitad de la población con menores ingresos.

“Es la primera vez que se analizan las emisiones tanto del transporte de lujo como de las inversiones contaminantes de las personas milmillonarias, y vemos cómo sus emisiones desmesuradas están acelerando la crisis climática y causando enormes daños en la población y la economía. Los países y comunidades más pobres son los que menos han contribuido a la crisis climática. Aun así, son los que sufren las consecuencias más peligrosas de esta”, afirma Lourdes Benavides, responsable de países frágiles de Oxfam Intermón.

En su informe, Oxfam Intermón señala que, en un año, 50 de las personas milmillonarias más ricas del mundo realizaron un promedio de 184 vuelos privados cada una, acumulando 425 horas en el aire.

Una persona promedio tardaría 300 años en generar el mismo volumen de emisiones. Además, los yates de estos milmillonarios generaron en un año la misma cantidad de carbono que emitiría una persona promedio en 860 años.

Los dos aviones privados de Jeff Bezos pasaron cerca de un total de 25 días en el aire en un período de 12 meses, y emitieron el mismo volumen de carbono que generaría un trabajador promedio de Amazon de Estados Unidos en 207 años.

Carlos Slim realizó 92 viajes en su avión privado, el equivalente a dar la vuelta al mundo cinco veces.

La familia Walton, heredera de la cadena de supermercados Walmart, posee tres yates de lujo que, en un año, generaron una huella de carbono equivalente al total de emisiones que producen aproximadamente los 1714 trabajadores y trabajadoras de las tiendas de Walmart.

Estilos de vida incompatibles con el cuidado de la casa común

Las emisiones derivadas del estilo de vida de los milmillonarios ya son muy superiores a las de la gente promedio, pero las que provienen de sus inversiones son aún más altas.

Según los cálculos de Oxfam Intermón, las emisiones medias de las inversiones de 50 de las personas milmillonarias más ricas son 340 veces mayores que las de sus aviones privados y súper yates juntos. Mediante estas inversiones, tienen una gran influencia en algunas de las mayores empresas contaminantes del mundo, impulsando el colapso climático.

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El informe revela que cerca del 40% de las inversiones de los milmillonarios están en industrias muy contaminantes como el petróleo, la minería, la industria del transporte y el cemento.

De hecho, sus carteras de inversión son casi el doble de contaminantes que las del índice S&P 500. Si, en cambio, invirtieran su dinero en fondos de inversión bajos en emisiones de carbono, las emisiones resultado de sus inversiones serían 13 veces menores.

La investigación de Oxfam Intermón apunta que el 1% más rico de la población mundial, formado por 77 millones de personas incluidos milmillonarios, millonarios y personas que ingresan 310.000 dólares (140.000 dólares en PPA) o más al año, fue responsable del 16% de las emisiones de CO2 totales en 2019.

Las inversiones de los milmillonarios en industrias contaminantes, como la de los combustibles fósiles y el cemento, duplican el promedio de las empresas incluidas en el índice Standard & Poor (S&P) 500.

Las emisiones del 1% más rico de la población mundial desde 1990 han tenido, y seguirán teniendo, consecuencias devastadoras para la desigualdad, las hambrunas y la mortandad de la humanidad.

Desde 1990, las emisiones del 1% más rico han provocado una caída de la producción económica mundial por valor de 2,9 billones de dólares. Los países más afectados son quienes han contribuido en menor medida a la crisis climática.

En los países de renta baja y media-baja, el PIB acumulado entre 1990 y 2050 sufrirá una reducción de aproximadamente un 2,5%. En el sur y el sureste de Asia y en el África subsahariana, disminuirá un 3%, un 2,4% y un 2,4%, respectivamente. Serán los países de renta alta los que saldrán beneficiados económicamente.

En España, las emisiones provocadas por el consumo del 1% más rico entre 1990 y 2019 habrían sido suficientes para provocar daños económicos (netos) por valor de 15.700 millones de dólares en todo el mundo desde 1990 hasta 2023.

Las emisiones del 1% más rico han ocasionado pérdidas de cosechas que podrían haber proporcionado calorías suficientes para alimentar a 14,5 millones de personas al año entre 1990 y 2023. Esta cifra ascenderá a 46 millones de personas al año entre 2023 y 2050, y afectará especialmente a América Latina y el Caribe (nueve millones de personas al año de ahora al 2050).

Considerando al 1% más rico de España, sus emisiones habrían ocasionado unas pérdidas de cultivos a nivel global que podrían haber proporcionado suficientes calorías para alimentar a 78000 personas al año entre 1990 y 2023.

Se calcula que, desde ahora hasta el año 2120, el 78% de las muertes adicionales debido al calor extremo se producirán en países de renta baja y media-baja.

Financiación de la transición justa

Los países ricos han incumplido de manera reiterada su compromiso de aportar 100000 millones de dólares al año en concepto de financiación climática y, en vísperas de la COP29, nada parece indicar que vayan a establecer un nuevo objetivo de financiación climática adecuado que permita abordar las necesidades de los países del Sur global.

El análisis de Oxfam Intermón hace una estimación de los cambios en la producción económica (PIB), de las variaciones en el rendimiento de los principales cultivos (incluyendo el maíz, el trigo y la soja, que se encuentran entre los cultivos más comunes del mundo), y las muertes adicionales debido a los cambios en las temperaturas que se pueden atribuir a las emisiones de los más ricos. Los perjuicios económicos generados se expresan en dólares internacionales ajustados a la paridad de poder adquisitivo (PPA).

Según la Agencia Internacional de las Energías Renovables, si se invirtiera la riqueza de los milmillonarios en energías renovables y en medidas de eficiencia energética hasta 2030, se podría haber cubierto el déficit de financiación entre lo que los Gobiernos han prometido y las medidas necesarias para limitar el calentamiento global a 1,5⁰C.

Activistas climáticos exigen que los países del Norte global destinen a los países del Sur global un mínimo de cinco billones de dólares anuales en financiación pública “como anticipo de su deuda climática” con sus pueblos y comunidades, dado que estos países son los menos responsables de la emergencia climática, pero los más afectados.