El Polígono Sur de Sevilla pone el “intermitente” para pedir un cambio de sentido

El Polígono Sur de Sevilla pone el “intermitente” para pedir un cambio de sentido
La Plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que agrupa a diferentes colectivos del Polígono Sur de Sevilla, el “barrio ignorado” con la renta más baja por persona del país, denuncia casi 2.000 apagones en los últimos seis meses.

La intermitencia en el suministro de energía que padecen en el barrio en el que viven cerca de 50.000 personas, refleja el abandono institucional y la exclusión a las que son sometidos, obligando a la población a llevar vidas también “intermitentes.

Según los datos recabados por la plataforma, durante los últimos seis meses, con especial intensidad en los meses de julio y agosto, los habitantes de este barrio han sufrido 1.964 incidencias relacionadas con cortes de suministro eléctrico, lo que equivale a una media de más de diez apagones diarios. En julio, en plena ola de calor se registraron 445 apagones.

El problema se concentra especialmente en tres centros de transformación: Mago de Oz, Reina de la Paz y Estrella del Mar, donde se acumulan el 67% de los cortes registrados, sin que hasta el momento las autoridades y las empresas eléctricas hayan sido capaces de acabar con las interrupciones.

“Ha habido reuniones con todas las administraciones y empresas, en las que cada cual dice que cumple con su cometido, pero lo cierto es que la gente paga la factura y no recibe el servicio que le corresponde”, asegura Manuel Rosa, de la plataforma Sevilla integrada en la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados.

Estas circunstancias, “te obligan a vivir una vida diferente, desconocida para quienes no los sufren”. Hay “quienes no pueden almacenar alimentos porque más de una vez se les han estropeado”; “quienes pasan la noche en vela esperando que alguien se acuerde de su avería” o la persona que cuida a un familiar de edad avanzada, impedida, “y que no puede hacer nada para bajar la temperatura de su casa, o aquella otra que, además de la luz, también se queda sin agua, pues a su planta sólo llega el agua a través de un motor, que lógicamente ha dejado de funcionar”, lamenta la plataforma.

“Llevamos cinco años movilizándonos y es verdad que se han hecho cosa, pero no se soluciona el problema. Endesa no da toda la información, no hay datos territorializados y de su auditoría no se puede concluir gran cosa”, explica este vecino, a quien no le valen las justificaciones sobre los enganches o cultivos ilegales, porque “es su problema, no el de quien contrata un servicio que luego no dan”.

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El Polígono Sur está a pocos kilómetros de los barrios turísticos más icónicos de Sevilla, donde, en contraste, ni siquiera en momentos de alta demanda como la Feria de Abril o la Semana Santa, falla la corriente eléctrica. La ciudad promociona e invierte en su centro histórico y zonas de interés turísticos, mientras se desentiende de otros barrios.

La población del Polígono Sur vive la dejadez institucional como “una lacra que les ha tocado en suerte, y se sienten abandonados por quienes tendrían que protegerles”. Con las reuniones, las mesas de trabajo, el recurso a los términos técnicos y el funcionamiento de la burocracia y los procesos jurídicos parece que se va a arreglar el problema, pero no termina de hacerse realidad.

La Plataforma Nosotros También Somos Sevilla viene denunciando desde hace mucho tiempo la situación de abandono generalizado que padecen y reclamando mejoras en las infraestructuras y servicios básicos, así como medidas eficaces contra la exclusión social y la pobreza. Los vecinos y vecinas siguen trabajando en lo suyo y “sacando datos y conclusiones… a coste cero y con inmediatez”.

“No somos peritos industriales ni ingenieros, pero sabemos lo que pasa en nuestras vidas y vemos que hay centros de transformación que salen ardiendo y que los apagones continúan”, remata Rosa.

Las asociaciones vecinales vuelven una y otra vez a alzar la voz en contra del trato que reciben de las administraciones y empresas, y denuncian que están siendo obligados a llevar “vidas intermitentes”.

“Todos los responsables han de sentarse y coordinarse para poner toda la voluntad que haga falta hasta solucionar esto”. Lo que este y el resto de vecinos pide no es más que un plan de actuación integral, “que nos digan lo que van a hacer y que se vea qué es lo que de verdad hacen”.

Nosotros también somos Sevilla quiere darle otro sentido a la “intermitencia eléctrica” que altera sus vidas, utilizando el significado que tiene la palabra en el ámbito vial. Así, las entidades y colectivas reclaman a “quien realmente corresponde hacerlo”,  que, cuanto antes, “cambien de sentido”.