Trabajadores esenciales piden a la UE garantizar la negociación colectiva en las adjudicaciones públicas
Alrededor de un millar de trabajadores esenciales de nueve países europeos se han congregado hoy en Bruselas para exigir mejoras de las condiciones laborales en los servicios dependientes de las administraciones públicas.
La federación sindical europea de servicios Uni Europa reclama un cambio en las normas de contratación pública de la Unión Europea (UE) que evite la competición a la baja de las empresas que optan a la adjudicación de contratos públicos para la prestación de diferentes servicios como la limpieza, la seguridad o alimentación de colectivos.
Se trata de trabajos esenciales, así considerados durante la pandemia de Covid-19, que ven como sus condiciones de trabajo se deterioran entre otras razones debido a las actuales políticas de contratación pública.
Los manifestantes denuncian salarios insuficientes, cargas laborales peligrosas y la falta de reconocimiento por el papel vital que desempeñaron para mantener a las comunidades limpias, seguras y abastecidas
Su principal demanda, ahora que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha prometido una reforma de la Directiva de Contratación, está centrada en que las administraciones adjudiquen solo a empresas que respeten los convenios colectivos, garantizando condiciones laborales dignas y salarios justos.
La contratación pública en la UE representa aproximadamente dos billones de euros, equivalentes al 14% del PIB comunitario. Según UNI Europa, la mitad de las licitaciones públicas en la región se otorgan únicamente en función del precio más bajo, lo que perjudica a millones de trabajadores al socavar sus condiciones laborales.
El secretario regional de UNI Europa, Oliver Roethig, subrayó que las actuales normas de contratación pública están provocando una competencia basada en la reducción de costos a expensas de los empleados. “El dinero público debería invertirse en empleos de calidad y comunidades saludables. Es hora de que las normas de contratación pública respeten la negociación colectiva y pongan fin a esta carrera a la baja”, señaló Roethig.
Más de 100 economistas de prestigo mundial, como Isabella Weber, Thomas Piketty o Ann Pettifor, han firmado una carta pública en la que piden “una reforma de las normas de contratación pública de la UE que refuerce la negociación colectiva y mejore las condiciones de trabajo en sectores de gran intensidad de mano de obra como la limpieza, la seguridad y los servicios alimentarios”.
En la carta los economistas afirman que “las prácticas actuales de contratación pública –con su enfoque dominante en el precio más bajo en las licitaciones– crean unas condiciones de mercado que permiten a los licitadores hacer caso omiso de criterios sociales… como los derechos laborales y unas condiciones de trabajo justas, que son esenciales para un crecimiento económico sostenible y unos buenos puestos de trabajo”.
A principios de año, el informe de Enrico Letta sobre el futuro del mercado único europeo también destacaba la importancia de integrar la negociación colectiva en las políticas de contratación pública.
Por lo tanto, apoyamos la movilización del movimiento sindical para “detener la carrera a la baja” en la contratación pública que tendrá lugar en Bruselas el 1 de octubre de 2024. La negociación colectiva y los derechos sindicales son un pilar fundamental de unos mercados laborales equitativos. Es imperativo que sus principios se integren y apliquen en todos los procesos de contratación pública.
Redactor jefe de Noticias Obreras