El movimiento sindical internacional pide paz y democracia en la Jornada Mundial por el Trabajo Decente

El movimiento sindical internacional pide paz y democracia en la Jornada Mundial por el Trabajo Decente
La Confederación Sindical Internacional (CSI) hace un llamamiento por la paz y la democracia en esta Jornada Mundial por el Trabajo Decente, “en respuesta al avance del autoritarismo y a la intensificación de los conflictos armados que están destrozando la vida de las trabajadoras y trabajadores en todo el planeta”. CCOO convoca concentraciones, hoy a las 12 horas, en las puertas de los centros de trabajo y de las sedes sindicales

La organización sindical global a la que pertenecen CCOO, UGT, USO y ELA-STV, reafirma su convicción de que “sin paz, no puede haber justicia social; y sin justicia social, la paz no será duradera”.

En este sentido, recuerda algunos conflictos armados que “se están intensificando” en varias regiones del mundo, con consecuencias devastadoras para la vida, los medios de sustento y los derechos de la población trabajadora, “enfrentándose diariamente a injusticias y opresión”.

Desde 2021, la dictadura militar en Myanmar ha reprimido a las personas trabajadores y a sus familias, “arrebatándoles derechos esenciales”. Desde 2022, “la invasión ilegal” de Ucrania por parte de Rusia ha provocado un gran sufrimiento humano, y el movimiento sindical reclama la paz “y la restauración de la soberanía ucraniana”. En Palestina e Israel, la escalada del conflicto ha causado miles de muertes —más de 41.000 personas— y de desplazamientos —cerca de 2 millones de palestinos–, y los sindicatos “exigen un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes y de todas las personas detenidas sin el debido proceso legal, el retorno seguro de todos los trabajadores y trabajadoras atrapados por el conflicto, el aumento de la ayuda humanitaria y una solución duradera basada en la coexistencia de dos Estados”.


“Los gobiernos no están consiguiendo resolver los conflictos por la vía diplomática, mientras que las personas trabajadoras y sus sindicatos siguen entablando negociaciones pacíficas. Es fundamental que las trabajadoras y los trabajadores participen en los procesos de paz y reconstrucción para garantizar su éxito”, afirma Luc Triangle, secretario general de la CSI, quien también denuncia el aumento del gasto militar que ya alcanza los 2,5 billones de dólares y “está desviando recursos críticos de las prioridades sociales”.

“¿Se imaginan los beneficios para las personas en todo el mundo si estos recursos se invirtieran en trabajo decente, educación, sanidad y la transición hacia una economía verde? Con esa inversión podríamos materializar el Nuevo Contrato Social. Debemos empezar a invertir en la paz, no en la guerra. El desarme es una cuestión de justicia y resulta clave para construir un mundo pacífico con prosperidad compartida”, plantea Triangle .

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Concentraciones a las 12 h en los centros de trabajo

Por su parte, CCOO convoca concentraciones, este lunes 7 de octubre a las 12 horas, en las puertas de los centros de trabajo y de las sedes sindicales “para reivindicar la democracia en la sociedad y en el trabajo” esencial para humanizar las relaciones de trabajo.

El sindicato se suma así a la Jornada Mundial por el Trabajo Decente alertando, en un manifiesto en solitario cuyo título es No hay trabajo decente sin democracia en la sociedad y en el trabajo, que “la democracia en el trabajo no existe para millones de personas trabajadoras que no tienen acceso a negociación colectiva donde establecer condiciones y salarios justos, dignos y equitativos”.

La democracia “está en crisis”, apuntan, y se enfrenta a múltiples desafíos en el mundo actual, desde conflictos armados y la crisis climática hasta el impacto de la inteligencia artificial, que no siempre mejora las condiciones de vida de los trabajadores y de las trabajadoras.

En este sentido, destacan que la democracia en las empresas es “un valor fundamental para lograr el trabajo decente, humanizar las relaciones de trabajo y garantizar los derechos fundamentales de las personas trabajadoras”.

“En 9 de cada 10 países se vulnera el derecho a la huelga, en 8 de cada 10 la negociación colectiva”, denuncia el manifiesto, destacando la restricción de derechos fundamentales como la libertad sindical y la protección social.

El manifiesto también pone el foco, en pleno debate del diálogo social, en la necesidad de reducir la jornada laboral para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, “supone humanizar las relaciones laborales y mejorar la vida de las personas”, afirma el texto, enfatizando que esto es una forma de avanzar hacia una mayor “justicia social y una distribución equitativa de la productividad”.