La red Campaña limpia pide un salario digno, especialmente, en los talleres subcontratados por multinacionales
La red de la Campaña Ropa Limpia impulsa un movimiento global dedicado a asegurar que todas las personas trabajadoras reciban un salario que cubra sus necesidades básicas. Esta semana ha celebrado el Día de Acción por un Salario Digno.
En un mundo injusto y desigual, para la mayoría de las personas trabajadoras un salario digno sigue siendo un sueño inalcanzable. La industria textil controlada por grandes multinacionales, permite que, bajo una misma marca, una persona pueda ganar más de 2 millones de euros al mes, mientras otra apenas sobrevive con 175 euros mensuales.
Esa la diferencia entre el salario de un director general y el de una costurera que prestan sus servicios para la misma empresa. Las trabajadoras de Camboya, Bangladesh o Bosnia y Herzegovina que dan el paso de exigir un aumento salarial, la respuesta a menudo es que eso pondría en riesgo los beneficios de la empresa y es imposible atender su reivindicación.
Sin embargo, las multinacionales tienen la capacidad de pagar un salario digno a todas las trabajadoras de su cadena de suministro y seguir siendo rentables. Pero optan por reservar los beneficios crecientes a unas pocas manos.
Este modelo de negocio, con su práctica de explotación de recursos y de la fuerza laboral, mantiene a gran parte del planeta al borde de la pobreza extrema, una situación. Ante el escándalo de este comportamiento y el desprestigio que amenaza las grandes marcas, gracias al activismos de infinidad de entidades y colectivos, la dirección de las empresas incorporan a sus discurso, a veces, apoyándose en costosas campañas de publicidad, conceptos como sostenibilidad o “transición justa”
En cambio, pasan de puntillas sobre el salario digno de todas las personas involucradas en sus procesos productivos, sin los que difícilmente se puede hablar de transición justa o desarrollo sostenible equitativo. Así, parece que las grandes firmas de la moda están muy cómodas hablando de “sostenibilidad” sin necesidad de revisar sus práctica de explotación.
Las personas trabajadoras colocadas con retribuciones exiguas realizan semanas laborales de 40 horas, cuando no más, generando con su esfuerzo un valor por lo que apenas son compensadas.
Ropa limpia recuerda el derecho a un salario digno es un derecho humano, tal como lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos: «Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia digna».
“¡No hay dignidad con salarios de miseria! ¡No hay progreso en la incertidumbre!”, claman los impulsores de esta campaña que apuntan que mientras los salarios de las trabajadoras y trabajadores sigan siendo inferiores a un salario digno, seguiremos comprometidos con la redistribución justa de la riqueza.
Las trabajadoras textiles de Europa Central, Oriental y Sudoriental apenas reciben un cuarto de lo que necesitarían para vivir dignamente. En este día, la Campaña Ropa Limpia hace un llamamiento a organizaciones, sindicatos y a todas las personas que creen que un salario digno para todos es necesario y posible, para que se unan a nosotros en la conmemoración del Día de Acción por un Salario Digno, que este año se ha celebrado el 25 de septiembre.
Redactor jefe de Noticias Obreras