La pastoral con los migrantes en Francia

La pastoral con los migrantes en Francia

La pastoral con los migrantes forma parte del Servicio Nacional Misión y Migraciones de la de la Conferencia Episcopal de Francia.

Una parte importante de nuestra misión consiste en animar la red de delegados diocesanos para la pastoral de los migrantes y coordinar las capellanías nacionales de la migración; otro aspecto de esa misión es profundizar y promover el sentido teológico y pastoral de la actividad misionera de la Iglesia, así como del encuentro entre culturas en la era de las migraciones. Por ello, los delegados diocesanos y los miembros de sus equipos trabajan en favor de los migrantes presentes en sus diócesis, tratando de hacer vida los cuatro verbos que el papa Francisco ha propuesto para articular el compromiso de los católicos con y para las personas migrantes: acoger, proteger, promover e integrar.

El aprendizaje de la lengua francesa, el acompañamiento en los distintos trámites administrativos o jurídicos, la acogida por parte de la sociedad civil en el marco de los programas de hospitalidad, así como la organización de encuentros fraternos son solo algunas de las acciones que movilizan muchas buenas voluntades hacia las personas migrantes.

Los delegados diocesanos, que han recibido una misión de su obispo, se preocupan por todas las personas migrantes. De la misma manera, las capellanías de la migración permiten a los migrantes católicos beneficiarse de capellanes que apoyarán su integración en la Iglesia de Francia respetando sus raíces. Para otros, se trata sobre todo de poner en práctica una pastoral de acogida y de comunión con los solicitantes de asilo y los refugiados, los migrantes indocumentados u otros migrantes que trabajan o estudian.

Esta misión está al servicio de las distintas comunidades
parroquiales y de toda la Iglesia, y se lleva a cabo
en colaboración con otros movimientos y servicios
eclesiales, así como en estrecha asociación
con otros actores de la sociedad civil

Por ello, nuestro servicio se encarga de la coordinación nacional, proponiendo formación a sus delegados y animando las distintas redes a través de diversos encuentros, tanto nacionales como locales, así como de una jornada anual de estudio para conocer mejor los temas de la actualidad migratoria, y de la elaboración de un kit pedagógico para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. Todas estas iniciativas y herramientas nos permiten poner en común nuestros recursos, nuestras fuerzas, nuestros conocimientos y competencias para ofrecer un mejor apoyo a los delegados de la pastoral de migrantes, a todos los voluntarios y a los distintos actores que están involucrados en el trabajo con migrantes.

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Los problemas de la migración son complejos. Por ello, nuestra colaboración con otras asociaciones e instituciones es importante y apreciada en el momento de abordar nuevas cuestiones y retos, como la externalización de las fronteras, las nuevas rutas migratorias (cada vez más peligrosas), el pacto europeo Asilo y Migración, la movilización ciudadana y el cambio de la mirada hacia los migrantes, por citar solo algunos.

Cada una de estas colaboraciones permite a nuestras redes seguir afinando nuestra comprensión de los retos de la migración, así como identificar líneas de acción y diversas alternativas para acompañar, humana y espiritualmente, cada vez mejor a los migrantes. La buena voluntad de los católicos y de los ciudadanos es particularmente notable, pero requiere organización y coordinación, así como una gran flexibilidad y capacidad de respuesta para hacer frente a todos los cambios en materia de migración y legislación en los distintos países, que se actualizan constantemente. Y cuando nos sentimos desanimados, también debemos recordarnos, unos a otros que, al acoger a los que llegan a nuestro país, respondemos ante todo en la Iglesia a la petición de Cristo: «Fui forastero y me acogisteis» (Mt 25, 35).

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Artículo publicado originalmente en la revista Migraciones núm. 10 del Departamento de Migraciones de la CEE