La catalana Ana Luque elegida copresidenta del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa

La catalana Ana Luque elegida copresidenta del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa
FOTO | Ana Luque (i), Stefan-Bernhard Eirich, Armin Hürner, Sonja Shopfer, Gilles Roustan, Karl Brunner, nuevo equipo coordinador MTCE
“Empieza un nuevo tiempo” en el que se ha decidido “experimentar una nueva manera de realizar la coordinación” del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa, subrayan desde la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).

Durante este fin de semana, el Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa (MTCE) celebró su asamblea anual en Múnich (Alemania), un evento que marcó el inicio de una nueva etapa para la organización. Delegados de los nueve países miembros se reunieron para elegir a los nuevos responsables y definir las prioridades para el próximo año, reafirmando su compromiso con la promoción de la justicia social, la dignidad del trabajo y el fortalecimiento de la solidaridad entre los movimientos de trabajadores cristianos del mundo.

La asamblea contó con la participación de una delegación de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) integrada por su presidenta, Maru Megina, y la responsable de Compromiso y Relaciones Internacionales, Marimar González.

En cuanto a las elecciones del equipo Coordinador, Ana Luque, de ACO España, fue nombrada copresidenta, sucediendo a Olinda Márques, de LOC-MTC de Portugal. Stefan B. Eirich, de la Katholische Arbeitnehmer-Bewegung (KAB) de Alemania, fue elegido nuevo consiliario, cargo que ocupaba Josep Jiménez, de ACO España. Gilles Roustan, de la Action Catholique Ouvrière (ACO) de Francia, asumió el cargo de coordinador. El suizo Armin Hürner, continuará un año más para asegurar un traspaso fluido junto a Roustan, en cumplimiento de los acuerdos alcanzados en la asamblea anterior.

Promoción de la justicia social

La asamblea aprobó los presupuestos para 2025 y se presentó un programa de actividades para el próximo año, en coherencia con lo realizado y con las prioridades definidas conjuntamente con el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) en la promoción de la justicia social. Se subrayó la importancia de realizar declaraciones públicas y convocatorias para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer; el 1 de mayo, Día del Trabajo; el 7 de octubre, Jornada Mundial por el Trabajo Decente; y el 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante y Refugiado.

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A su vez, como parte del programa del MTCE,  se continuarán celebrando fechas clave como el 3 de marzo, Día del Domingo Libre, y el 9 de mayo, Día de Europa. También se destacó la importancia de mantener los contactos y la colaboración con la COMECE (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea); con los movimientos sociales con implantación europea, y la colaboración con la EZA (Centro Europeo para los Asuntos de los Trabajadores), participando en su asamblea general.

El programa incluye, además, la reunión del nuevo grupo de coordinación en febrero de 2025, encuentros mensuales del nuevo equipo, y la asamblea general y seminario de 2025 que se celebrará en Lyon (Francia), abordando el impacto de la digitalización y la protección del trabajo decente.

Reforzar la solidaridad entre movimientos

Evariste Nsengumuremyi y Christine Isturiz, secretario general y copresidenta del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), respectivamente, compartieron información sobre las actividades, los retos futuros y la situación económica del movimiento. Ambos hicieron un llamamiento a los movimientos nacionales para reforzar la solidaridad ante las dificultades que enfrentan algunos de sus miembros.

La HOAC valoró positivamente los acuerdos alcanzados, señalando que “empieza un nuevo tiempo” en el que se ha decidido “experimentar una nueva manera de realizar la coordinación” del MTCE. Este enfoque otorgará mayor protagonismo al equipo de coordinación, apoyado por todos los movimientos, permitiendo abordar nuevos retos y problemáticas del mundo del trabajo, como el reconocimiento de los trabajos esenciales, un tema que ha cobrado relevancia tras la pandemia.