El trabajo en Chile

El trabajo en Chile
Es un tema complejo, en Chile hace años que hemos vivido de esperanza. Tras cada Gobierno, los trabajadores solo sobrevivimos al sistema neoliberal.

Desde el tiempo de nuestros padres y abuelos, en nuestra generación este sistema económico hizo sobrevivir a las familias. En las futuras generaciones, la de nuestros hijos y nietos se verán aún más afectadas por las nuevas tecnologías basadas en algoritmos que aíslan y separan a la sociedad según gustos y necesidades, se están creando seres individualistas que ven en el consumo su forma de vida, así sin más mantienen al sistema.

Los trabajadores de diferentes especialidades, profesionales, técnicos y obreros tras la pandemia de la COVID, se vieron afectados en sus ingresos a causa de la pérdida de sus fuentes de trabajo, ante el cierre de muchas empresas que dejaron de mantener su actividad productiva. Generando en los trabajadores una inestabilidad económica en el entorno familiar, consecuencia que los lleva al endeudamiento y caer más en la pobreza.

Los trabajadores, ante el abuso patronal, se ven obligados a someterse a rebajas de sus salarios para mantener sus puestos de trabajo, generando una mayor carga de trabajo.

Los trabajadores cesantes al sentir la inestabilidad económica, causa alteración emocional y el estrés afecta la relación familiar como consecuencia de la carencia económica.

Se ha perdido el interés por los sindicatos, los que pertenecen a uno de ellos, no se ven representado por sus pares, los trabajadores están cada vez más divididos, separados por los ideologías y creencias. Quienes los representan, solo van por su voto, hay una incapacidad de discernir quién podría representar mejor sus demandas.

No existe facilidad para obtener una fuente de ingreso digna

A nivel de país la cesantía se ha mantenido en un 8,8% a enero de 2024, a muchos chilenos les cuesta encontrar trabajo estable con contratos legales.

La llegada en forma masiva de migrantes al país produce cesantía, a causa de que el extranjero debe aceptar remuneraciones por debajo del sueldo mínimo, hay empresarios inescrupulosos que pagan muy bajos ingresos, desmejorando la calidad de vida y la dignidad de estos trabajadores.

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Ha aumentado el trabajo informal, se aprecia en las ferias o mercados a comerciantes ambulantes o coleros, venden variedades de productos y ropa usada, algunos hasta cosas de su casa para sobrevivir. El trabajo informal no garantiza una sana subsistencia familiar porque hay veces se gana lo que se vende en el día a día y otras que no venden nada.

El Gobierno y el Congreso en pugna por intereses de clase

En el parlamento hay más congresistas de derecha que de izquierda o progresistas, los proyectos de ley quedan en evaluación cuando son para la clase trabajadora, pero se aprueban rápidamente cuando el beneficio es para empresas o grandes capitales.

El presidente de la república presentó al poder legislativo reformas para mejorar las pensiones de los jubilados que garanticen dignidad, no se lograron acuerdos, la derecha obstaculizo el proceso de aprobación, negando las demandas, aun así, se han logrado algunos avances como: la pensión garantizada universal (PGU) y la jornada laboral de 40 horas.

El MOAC junto al MMTC

Los moacistas tenemos que revisar la vida obrera en los equipos a través del VER, JUZGAR Y ACTUAR; «un militante no se puede quedar únicamente en la parte espiritual, sino que esta espiritualidad debe encarnarse a través de la acción y la participación en los movimientos sociales. Es deber de cada militante reflexionar sobre la realidad del mundo obrero, buscar para los trabajadores mejores condiciones para una vida digna, con salarios justos, también debe fomentar acciones colectivas, involucrándose más activamente con nuestra Iglesia, para que las palabras o llamados a la conciencia, se transformen en un actuar permanente, con hechos concretos».