España endurece su política de asilo a pesar de que el número de refugiados en el mundo bate un nuevo récord

España es el tercer país de la UE que menos protección ofrece a solicitantes de asilo y refugio. El año pasado solo se resolvieron favorablemente el 12% de las solicitudes, tres puntos menos que en 2022, muy alejada de la media en la Unión Europea, que fue del 42%

Esta restrictiva política en materia de asilo y refugio coincide con el nuevo récord de personas desplazadas forzosamente en el mundo, unos 110 millones en 2023, debido entre otras razones al aumento de nuevos conflictos, como el genocidio en Gaza, y la creciente inestabilidad sociopolítica en Senegal y en los países del Sahel que se suman a otras contiendas enquistadas como las  de Ucrania, Siria, Afganistán o Sudán. Solo la guerra en Gaza, ha generado más de 1,7 millones de personas forzadas a huir de sus asentamientos anteriores situados, la mayoría, en campos de refugiados.

La directora general de Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Mónica López, advirtió, en la presentación del XXII Informe Anual: Las personas refugiadas en España y Europa, que nuestro país bate récord en el número de solicitantes con 160.000 solicitudes por detrás de Alemania y Francia, con solo el 12% de resoluciones favorables. Además, mostró su preocupación por la “capacidad de acogida” de España, que junto con Italia y Grecia, se ha convertido en el país con más llegadas de migrantes, casi 60.000 personas, sin olvidar que más de 4.000 personas han perdido la vida en el mar en 2023.

El sistema de asilo en España falla, ha denunciado el director general de esta Comisión, Mauricio Valiente, como muestra más palpable de la falta de atención política explicó que el procedimiento de resolución de las solicitudes se puede demorar entre dos y tres años, mientras que para conseguir una cita transcurren cerca de diez meses.

El caos administrativo está siendo utilizado por personas y grupos organizados que “acaparan las citas que salen por internet semanalmente y luego las venden a precios desorbitados”. En la actualidad, se estima que hay 200.000 expedientes pendientes de tramitación.

La ruta Canarias se ha consolidado con la vía de entrada preferente para las personas migradas, acumulando ya el 70% de las llegadas a España, unas 40.000 personas. En los primeros cinco meses de este año se ha mantenido el ritmo , especialmente de personas que proceden de Senegal. Además, destaca la presencia de cada vez más mujeres y niños y niñas sin referentes familiares, para lo que el sistema de protección de las islas no está preparado, según el informe de CEAR.

En respuesta, el Gobierno de Canarias ha llegado recientemente a un acuerdo con el Gobierno central para tramitar la modificación de la ley de extranjería y articular un sistema de reparto de la acogida de menores. La organización reconoce que la respuesta estatal frente a la situación humanitaria fue rápida y se activaron medidas extraordinarias con la implementación de grandes Centros de Acogida de Emergencia (CAED) distribuidos por la península.

Con todo, advierte que aunque con ello se evitaron situaciones de hacinamiento como las que se dieron en 2021 en el muelle de Arguineguín y se logró descongestionar la emergencia, descongestionar, “España debe contar con una estructura estable de acogida, tanto en las islas como en la península, que dé respuesta a las, cada vez más frecuentes, situaciones de grandes llegadas”, reclama Mónica López, quien comparó la respuesta positiva a la emergencia de Ucrania con las dificultades con que se enfrentan las personas de otras nacionalidades.

Pacto Europeo sobre Migración y Asilo

En su informe CEAR también analiza las consecuencias devastadoras que tendrá el reciente Pacto Europeo sobre Migración y Asilo en el derecho de asilo, en el conjunto de los derechos humanos y en la vida de las personas. Un acuerdo que “refuerza el control de las fronteras y se centra en impedir que las personas lleguen, expulsándolas lo más rápido posible y sin apostar suficientemente por vías legales y seguras”.

Mauricio Valiente denunció que el Pacto Europeo de Migración y Asilo “es el mayor retroceso de la UE en cuestión de asilo” y por ello en este informe se concretan 30 propuestas “para que se supere la retórica en materia de migración y asilo”. En su opinión, “España no debe ampliar los plazos de detención en fronteras ni apostar por internamientos generalizados, sí ampliar el porcentaje de respuestas favorables a las peticiones de asilo, mantener abierta la vía de extranjería y seguir con el proceso de regularización”.

A pesar de la tendencia general en Europa, reforzada por el creciente apoyo al discurso del endurecimiento de las fronteras y la negación de derechos a personas extranjeras, CEAR hace un llamamiento a la ciudadanía más conscientes y a las organizaciones de la sociedad civil a que exijan al Gobierno español que implemente el Pacto de forma garantista, con el objetivo minimizar los riesgos y garantizar los máximos estándares de protección.

“Esperamos que España impulse un cambio de rumbo para situar en el centro a las personas y sus derechos”, exige Valiente.

Además, la organización destaca las condiciones de hacinamiento e insalubridad que sufrieron cientos de personas en las salas de asilo del aeropuerto de Barajas a finales de año, que se prolongaron hasta principios del actual, ante el aumento de llegadas de personas procedentes de Senegal y Kenia.

“En lugar de habilitar vías legales y seguras, las autoridades españolas siguen recurriendo a imponer más obstáculos, como los visados de tránsito a personas que pueden ser merecedoras de recibir protección internacional”, lamenta Mónica López.

El informe dedica un capítulo a las enormes dificultades para que las personas migrantes y refugiadas accedan a derechos básicos en España, como la vivienda, el empleo, la salud o cuentas bancarias, entre otras. Una situación que se agrava por el auge de la discriminación racial, por la falta de reconocimiento de la documentación de solicitantes de asilo y por la baja tasa de reconocimiento de protección internacional.

La refugiada palestina presente en la presentación del informe, Wafa Ghosien, expuso sus vivencias desde que a los cuatro años se vio en medio de la guerra y un conflicto bélico constante. El miedo y la preocupación por su familia siguen acompañándola, “nadie quiere abandonar su país, ni ser refugiado, solo estar en un sitio seguro donde se respete la dignidad”. Se considera afortunada por haber conseguido completar la documentación para un visado en España y espera poder reunirse con el resto de su familia. “Hemos podido escapar con nuestro cuerpo, pero nuestra alma está en Gaza, con mi familia”.

Jose Luis Palacios

Redactor jefe de Noticias Obreras