Construyendo el otro mundo necesario

Construyendo el otro mundo necesario

Maneras de vivir.
Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, está cambiando el mundo

Araceli Caballero
Ediciones HOAC 2024
180 págs.

Ediciones HOAC se lanza esta vez con una publicación diferente, aparentemente distante de nuestros criterios, pero una vez iniciada su lectura nos damos cuenta de que no es así. Nuestra forma de vida tiene mucho que ver con la huella que producimos, en el planeta y en las personas que lo habitan y, sobre todo, en las más desfavorecidas, que son a las que queremos acompañar para que sean protagonistas de su propia historia.

Suena el despertador, son las 7 de la mañana. Lo primero que hago es mirar el teléfono, pero no veo lo que está detrás del artilugio: un país de África en el que unas personas, a veces niños o niñas, trabajan en una mina extrayendo el mineral necesario para las baterías de los móviles. Sacudo la cabeza para espantar los pensamientos.

A reglón seguido enciendo la cocina para preparar el desayuno, el gas sale con facilidad, pero ¿de dónde viene?, ¿cómo se ha producido? Mejor no me hago tantas preguntas y pongo la cafetera. Y luego cojo la naranja, la miro, pienso ¿es de Valencia o de Sudáfrica? Vaya un día que tengo hoy, no hago más que preguntarme. Ya desayunada y bañada, me acerco al armario para escoger algo que ponerme y ahí sí que me asaltan multitud de preguntas: ¿quién lo ha fabricado, cuáles serán sus condiciones de trabajo, cómo será su vida, su casa, su familia?

Y sigo el día sin pensar más porque si no, llegaré tarde al trabajo, a Pilates, a misa o a correr por el parque.

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Araceli, en este libro, quiere que nos hagamos todas esas preguntas y además de respondernos a ellas, nos presenta propuestas para ir avanzando hacia un cambio. No ya porque otro mundo sea posible, sino porque otro mundo es necesario.

Este libro nos hará pensar que, aunque no las veamos, otras personas trabajadores y trabajadoras, están detrás de cómo nos vestimos, qué comemos, qué bebemos, cómo nos comunicamos. Nuestras decisiones pueden influir en su desarrollo vital y no vale que dejemos la responsabilidad en otras manos, porque eso no va a tranquilizar nuestra conciencia ni liberarnos de la responsabilidad.

Nos dice que otras manos han convertido la comida en algo con lo que jugar en la bolsa y eso que toda la vida nos dijeron que con la comida no se juega, señala Araceli. Han robado el término verde para disfrazar lo que sabemos que nunca lo ha sido, fabrican deseos que no teníamos y nos convierten en personas consumidoras que se sienten felices cuando se hacen con la mejor oferta sin pensar en más que en nuestra cartera.

Las referencias que hace Araceli a la música (Rosendo, Fito Páez), al cine (David Trueba) nos quieren mostrar que las señales para cambiar están en todas partes, solamente hay que estar alerta.

Las realidades de cambio ya están presentes y son una muestra de que si se quiere, se puede.