Militantes cristianos de Valencia lanzan la campaña “Cuidar el trabajo, cuidar la vida”
Este sábado, 25 de mayo, tuvo lugar la celebración de la jornada de puertas abiertas – Día de la HOAC en la parroquia de San Francisco de Paula de Xirivella (Valencia). Más de medio centenar de personas asistieron a la presentación del libro Caminar juntas y juntos. Soñar la Iglesia, vivir la misión a cargo de la teóloga feminista Silvia Martínez Cano, compartieron una comida de fraternidad y participaron en los “talleres para cuidar la vida”.
Para iniciar el encuentro, Patricia Estruch, responsable de Compromiso de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Valencia realizó la presentación de la campaña “Cuidar el trabajo, cuidar la vida”, explicando que la campaña son “la forma que tiene la HOAC de mirar al mundo obrero y, al mismo tiempo de visibilizarse como comunidad de cristianos y obreros en el mundo obrero”. Para Estruch, la campaña, además, “quiere generar espacios de dialogo con otros movimientos sociales en nuestros ambientes: AMPA, sindicatos, movimientos vecinales y sociales, etc.”.
La campaña “Cuidar el trabajo, cuidar la vida”, en concreto, “nos hace una propuesta de una nueva sociedad que es capaz de cuidar, que nos permite vivir con igualdad, dignidad y en armonía con una misma, entre las personas, la naturaleza y Dios”, según añadió Estruch.
Además, para la responsable de Compromiso de este movimiento diocesano de trabajadoras y trabajadores cristianos, “cuidar el trabajo es volver a su esencia, es recuperar los valores del trabajo, tales como el desarrollo personal y comunitario; la participación de los trabajadores en él, que sea capaz de asegurar el descanso y el ocio”.
En ese sentido, también afirmó que “el trabajo digno da testimonio de cómo queremos cuidar y de cómo nos cuidamos por lo que necesitamos educar la mirada y para eso es la campaña”.
El necesario camino de la sinodalidad
De la presentación de la ponencia principal del día se ocupó el responsable de Ediciones HOAC, Abraham Canales, que explicó el proceso sinodal y el origen y la propuesta que aborda el libro Caminar juntas y juntos. Se trata de “una publicación coral de varios autores que refuerza la necesidad de una iglesia inclusiva al servicio del pueblo de Dios” y que ha sido pensado “para acompañar este camino sinodal en el que nos encontramos”.
El capítulo escrito por Silvia Martínez Cano, ha sido titulado “Reconocimiento y profecía de las mujeres seglares en la Iglesia católica. Claves eclesiológicas para una sinodalidad equitativa”. En él, la autora “plantea que las mujeres en la iglesia representan una voz que nadie escucha y que necesita de tres momentos necesarios: reconocimiento, empoderamiento y cambio necesario de las estructuras”, para avanzar hacia una iglesia más igualitaria.
Martínez Cano inició su presentación realizando un paseo por los antecedentes de este Sínodo de la Sinodalidad, que “ya estaban presentes en el inicio del pontificado de Francisco, en su exhortación apostólica Evangelii gaudium”. A lo largo del pontificado de este Papa se ha hablado –y practicado– la sinodalidad en diferentes documentos y espacios.
Destaca en primer lugar La sinodalidad en la vida y la misión de la Iglesia, “un documento, –según Martínez Cano–, poco conocido y significativo, que Francisco encargó a la Comisión teológica internacional y que se publicó en 2018”. También se refirió la teóloga a otros documentos importantes de los últimos años, como Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, a raíz del Sínodo sobre los Jóvenes, o el texto posterior al Sínodo para la Amazonia. Asimismo, se refirió a textos del Concilio Vaticano II como Lumen gentium, que “puso nombre al laicado y se daba cuenta de que había que darle espacio y voz”.
La sinodalidad y las mujeres
En su exposición, la teóloga afirmó que, a pesar de la existencia de todos estos textos sobre el laicado cristiano, “falta tratar el tema de las mujeres, ya que la ultima vez que la iglesia habló de esto fue en 1988 en Mulieris dignitatem”, un texto que calificó de “al menos, ambiguo, en el que se cuela la cultura patriarcal ya que, vincula la salvación de las mujeres a su maternidad, su capacidad gestante y, por tanto, su cuerpo y su sexualidad”.
Por ello, según explicó: “necesitamos una reflexión sobre las mujeres en este siglo, que aborde los temas actuales que afectan a las mujeres vinculados a la movilidad humana forzosa, la crisis ecológica, los trabajos precarios, tantas veces vinculados a las mujeres, entre otros”.
Por eso reclamó una “reflexión amplia sobre quiénes somos las mujeres en el mundo de hoy, que debe ser realizada por la Iglesia pero también por nosotras: necesitamos deconstruir lo que somos y lo que nos han dicho que somos, qué implica en mi experiencia religiosa, en mi dimensión eclesial y desde la dimensión estructural”.
Para llevar a cabo esta tarea de deconstrucción, finalizó su aportación aportando cuatro claves:
- Recuperar el bautismo, y sus dimensiones de decir, cuidar y regir (sacerdotal, profeta, reinado);
- Desarrollar procesos para que la Iglesia reconozca, empodere y transforme las estructuras desde la escucha y la codecisón;
- Transformar, que es dar continuidad creativa al sensus fidei [sentido de la fe], ya que la iglesia ha cambiado a lo largo de los siglos: ese cambio tiene que pasar por analizar el malestar de las mujeres, dejar hablar y escuchar, dar nombre, reeducar a los hombres y las mujeres de la iglesia, desde un conocimiento nuevo colectivo;
- perseverar: para que esto fructifique hay que plantar, cuidar y esperar a ver qué Al ritmo del Espíritu, pero con nuestro trabajo alentándolo y apoyándolo.
Talleres para cuidar la vida
Tras el debate sobre la presentación de Martínez Cano y la comida de fraternidad y sororidad, las personas presentes en la jornada pudieron participar en los “Talleres para cuidar la vida” preparados por el Sector Dona de la HOAC diocesana. Se realizaron actividades en torno a la difusión y la denuncia, con un taller de chapas y otro de “bocadillos para cuidar el trabajo y la vida”; el reciclado y el cuidado de la naturaleza, con un taller en el que se pintaban piedras y se plantaron semillas; y un test de autocuidado y la elaboración de un mandala colaborativo.
El encuentro concluyó con la celebración de la Eucaristía en la Solemnidad de la Santísima Trinidad, compartida con la comunidad cristiana de San Francisco de Paula de Xirivella y, muy especialmente, con la juventud, niños, niñas y adolescentes del Movimiento Junior parroquial.
Periodista.
Responsable de Comunicación de Cáritas Valencia.
Militante de la HOAC