Maru Megina, presidenta de la HOAC: “Tenemos que construir la cultura de la igualdad desde lo cotidiano y lo pequeño”
“Leyes y políticas que ayuden a avanzar en igualdad, dignifiquen las condiciones del empleo y promuevan el reconocimiento del trabajo no remunerado y una distribución más justa de de los cuidados”, ha reclamado la presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Maru Megina, de cara a este #8M2024.
Ante la constatación de que son las mujeres las que enfrentan “más dificultades para acceder al mercado laboral, asumen más los cuidados familiares no remunerados, además de verse obligadas a aceptar jornadas parciales, menos sueldo y pensiones más bajas, Megina ha reclamado “mejores condiciones de trabajo y mejoras salariales, una verdadera conciliación familiar y laboral, planes de igualdad en las empresas, políticas de cuidados efectivas”.
De ahí que considere que sigue siendo necesario “denunciar la desigualdad y el empobrecimiento crecientes, la brecha de género en las condiciones laborales, la falta de recursos para las mujeres, la falta de igual acceso a la educación, la violencia de género…”
Como seguidores de Jesús de Nazaret, la comunidad cristiana está llamada, según Megina “al compromiso en medio de la injusticia y sufrimiento que viven tantas mujeres” y a “la lucha por la igualdad en la sociedad y en la Iglesia”, para “seguir recreando la comunidad de iguales que Jesús creó, generando procesos de liberación de la mujer y del hombre que rompan con los roles culturalmente establecidos y nos libere de este sistema deshumanizador”.
En su intervención en el coloquio “Mujer y trabajo. Experiencias compartidas“, organizado por Hermandades del Trabajo, la presidenta de la HOAC ha recordado que, como dice el papa Francisco, “el gran tema es el trabajo”, por lo que todas las personas sin excepción han de poder acceder a “un trabajo digno, que es lo que da reconocimiento, sentido de pertenencia, posibilidad de participación social, igualdad y poder construir un proyecto de vida personal y familiar”.
Igualmente ha celebrado que cada vez sean más diócesis donde se conmemoran días como hoy, que ponen de relieve la urgencia de combatir la desigualdad de las mujeres trabajadoras y donde está presente Iglesia por el Trabajo Decente. Sin embargo, todavía hace falta llegar a “más parroquias y seguir tejiendo redes”, pero sobre todo, “incorporar a las mujeres que padecen estas situaciones para que sean protagonistas del cambio necesario”. Precisamente, ha planteado Megina, “tenemos que construir la cultura de la igualdad desde lo cotidiano y lo pequeño”
Pluralidad y la plena participación de todo el Pueblo de Dios
Así ha reafirmado el compromiso de la HOAC por promover “espacios de encuentro y de diálogo con mujeres y hombres de nuestros ambientes en los que hacernos conscientes de nuestra situación y de sus causas, del por qué vivimos esta desigualdad, fruto de un sistema que nos ignora y utiliza, y poder poner a la persona en el centro de todas las preocupaciones y todas las acciones”.
No ha faltado, en su exposición, la petición a la Iglesia para que “se nos escuche, se nos valore y tengamos la representatividad que nos corresponde en los ámbitos de decisión porque si en verdad queremos una Iglesia sinodal, necesitamos la pluralidad y la plena participación de todas y todos sus miembros”.
Por último, Megina ha defendido que “este mundo necesita personas que vivan su fe de forma totalizante”, capaces de desarrollar “estilos de vida que no destruyan el planeta, no esquilmen la naturaleza y no excluyan la diferencia” y ha pedido acabar con la discriminación a “las mujeres, a las personas trans, racializadas, inmigrantes, nuestros mayores, los jóvenes o las personas con discapacidad” y que denuncien “la violencia machista, la aporofobia, el racismo, la xenofobia…”.
Redactor jefe de Noticias Obreras