Organizaciones católicas critican la COP28 por su falta de compromiso
Organizaciones católicas que luchan por la justicia social han emitido un comunicado en el que advierten de las lagunas y la debilidad de los compromisos en la declaración final de la cumbre del clima celebrada en Dubái.
En concreto, CISDE, organización internacional formada por 18 entidades de diferentes países, entre las que se encuentra Manos Unidas, considera que el texto final ha sido redactado con “un lenguaje débil”, “lleno de lagunas”, que refleja “la falta de compromisos de los países desarrollados para asumir la responsabilidad del cambio climático, siendo los más notables los de las falsas soluciones y la eliminación total de los combustibles fósiles”.
Aunque, CIDSE valora, en particular, la puesta en marcha del Fondo de Pérdidas y Daños, advierte de que hace falta “una acción más ambiciosa e inmediata en materia de mitigación, adaptación y financiación para reducir el aumento de las emisiones de carbono para cumplir con el objetivo de 1,5 °C”.
CISDE entiende que la puesta en marcha de este fondo supone “un paso hacia la equidad”, dado que los países en desarrollo deben contar “con el apoyo continuo de los países desarrollados, lo que debe consagrarse en el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado”, para lograr no solo la transición justa hacia las energías renovables, sino también la mitigación y adaptación ante el cambio climático.
No hay tiempo para distracciones ni falsas soluciones
La secretaria general de CISDE, Josianne Gauthier, celebra que “por primera vez, un acuerdo plantea el fin de la era de los combustibles fósiles”. Sin embrago, lamenta que “el resultado no refleja plenamente la urgencia de la acción climática ni la realidad a la que se enfrentan las naciones más vulnerables del mundo”.
En su opinión, “los países productores de combustibles fósiles y los estados occidentales ricos no han mostrado el coraje para superar la codicia y sus estilos de vida”, con lo que han sido ignoradas, una vez más, “las demandas de los pueblos indígenas, los movimientos juveniles y los países vulnerables para abandonar nuestra adicción a los combustibles fósiles de una manera justa, rápida, financiada y para siempre”.
Así ha insistido en que “no hay tiempo para distracciones ni falsas soluciones: la ciencia es clara, no hay alternativa para evitar una catástrofe climática”.
La experta en Energía y Justicia Climática de CISDE, Lydia Lehlogonolo Machaka, ha denunciado que “la presencia sin precedentes de los grupos de presión de las empresas petroleras ha influido en las discusiones sobre el clima, trabajando, sin embargo, por el bienestar de unos pocos”.
Asimismo, ha advertido de que el alcance de la propuestas del paquete energético “no es un éxito”, pero sí “un paso importante” en la dirección correcta, “una señal de que la era de los combustibles fósiles está llegando a su fin”. “Este logro debe su existencia a la profunda participación de las comunidades y la sociedad civil en todo el mundo en los últimos años”, ha explicado.
Eso sí, avisa de que las “lagunas” del planteamiento acordado, en referencia al impulso a los mecanismos de la captura y almacenamiento de carbono, cuya eficacia es muy discutida, y el respaldo a los combustibles de transición, entre los que figura la energía nuclear, entorpecen el objetivo de frenar a tiempo el calentamiento global.
Para el portavoz de la organización suiza de lucha contra el hambre Fastenaktion, David Knecht, “la atención debe centrarse ahora en la aplicación nacional y en los planes climáticos informados para no seguir aumentando la carga de los más vulnerables”.
CIDSE ha aprovechado para reafirmar su compromiso en defensa de “un cambio transformador”, a través de la sensibilización, movilización y el desarrollo de campañas en colaboración con sus miembros y asociados para impulsar políticas y acciones que se alineen con el nivel de ambición y transformación requerido para combatir la crisis climática.
Redactor jefe de Noticias Obreras