Cientos de trabajadoras y trabajadores cristianos salen a la calle para denunciar los muros que llevan a la exclusión y a la desigualdad

Cientos de trabajadoras y trabajadores cristianos salen a la calle para denunciar los muros que llevan a la exclusión y a la desigualdad
Centenares de militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) han participado en las dos convocatorias realizadas este domingo en Segovia.

Este domingo, en el marco de la XIV Asamblea General de la HOAC, la militancia de esta movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos acudieron por la tarde a la celebración de Eucaristía en la Catedral de Segovia, que fue presidida por Antonio Gómez Cantero, obispo de Almería y consiliario de la Acción Católica Española y concelebrada por numerosos consiliarios de este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos.

El lema de este encuentro “Tendiendo puentes, derribando muros” inspiró la manifestación y gesto público posterior en las calles de la ciudad castellana. Militantes, acompañantes y todas las personas que quisieron sumarse, denunciaron públicamente los cincos grandes muros sociales que impiden acceder una vida digna en el mundo obrero y del trabajo.

Durante el transcurso de la manifestación se pudieron leer numerosos mensajes en los “bocadillos” que llevaban los participantes. Entre ellos “La rapiña colonial les obliga a emigrar”, “Vivienda por las nubes + salarios por los suelos = pobreza” y “Trabajadoras pobres lo que gano no basta”. Los lemas más coreados fueron “¿Qué quiere la gente?, Trabajo decente?”, “La persona es lo primero” y “Ninguna persona es ilegal”.

Al final de la marcha se leyó un manifiesto señalando esos grandes muros de injusticia que sufren las personas trabajadoras en el mundo del trabajo. El primero es la exclusión social en la que viven muchos trabajadores que sufren por estar en el paro, la economía sumergida o las cada vez más habituales indignas condiciones de trabajo.

Un segundo muro social es el que se levanta frente a las mujeres trabajadoras debido a las exigencias del modelo social y productivo patriarcal que tenemos, lo que hace que dispongan de peores, salarios y pensiones, dificultades de acceso al empleo, desarrollo de la maternidad, feminización de la pobreza y la lacra de la violencia de género.

Otro muro social existente es el de los barrios olvidados en las ciudades por las carencias de infraestructuras, equipamientos de ocio y servicios públicos. El porcentaje de familias excluidas en esas zonas es altísimo.

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El sufrimiento de los migrantes por la precariedad laboral, la incomprensión y la xenofobia es el cuarto muro levantado por la injusticia. Y el quinto muro a derribar es el propio muro de las familias obreras, sometidas cada vez más a una flexibilidad en los tiempos de trabajo que las empuja a no poder conciliar la vida laboral y familiar.

Frente a todos esos muros, la militancia de la HOAC nos proponemos tejer vínculos de fraternidad que los derriben construyendo una mentalidad y realidad nueva para que todos los colectivos afectados disfruten de una vida digna fundamentada en el plan que Dios inspire en cada persona doliente. Frente a la exclusión y precariedad, proponemos políticas sociales, políticas activas de empleo para la inserción laboral y acción sindical de los trabajadores. Ante la desigualdad que sufren las mujeres, animamos al movimiento feminista a que siga en la lucha por la igualdad en las sociedad y la Iglesia.

Al grito de los excluidos en los barrios olvidados queremos dar respuesta desde las asociaciones vecinales y de proximidad. Contra la marginación de los migrantes, exigimos el cierre de los centros de internamiento de extranjeros (CIE) y la acogida en barrios, trabajos y escuelas. Por último, demandamos a los poderes públicos que ensanchen los servicios básicos del Estado de bienestar. Esto hará posible que las familias tengan tiempo para la educación, los cuidados de enfermos y mayores y la conciliación.

El acto finalizó con el corte de una cinta y el derribo de unos muros que simbolizaron todas esas barreras y obstáculos que el sistema de producción y consumo ha puesto en pie descartando una vida digna en grandes sectores de la sociedad.