Prevenir el estrés térmico ante las olas de calor

Prevenir el estrés térmico ante las olas de calor
FOTO | Ricardo Rubio, vía Europa Press
Ante los episodios de altas temperaturas, los sindicatos recuerdan la obligación de las empresas de tomar medidas para prevenir los riesgos derivados del estrés térmico y la prohibición de realizar determinadas tareas al aire libre en las horas de más calor.

El Real Decreto-ley 4/2023 modifica el Real Decreto 486 de lugares de trabajo, estableciendo la prohibición de desarrollar determinadas tareas durante las horas del día en las que las condiciones ambientales especialmente adversas no permitan aplicar medidas que garanticen la protección de los trabajadores y las trabajadoras.

Así la norma establece la obligación de adaptar a las condiciones de trabajo, incluso reduciendo y modificando las horas de trabajo cuando la Agencia Estatal de Meteorología emita aviso de fenómenos de nivel naranja o rojo. La nueva norma ordena y recoge la protección frente a fenómenos meteorológicos adversos para los trabajos al aire libre o en locales que no puedan quedar cerrados.

El Real Decreto 486/97 sobre los lugares de trabajo regula las condiciones ambientales de las ocupaciones que se llevan a cabo en interiores. Resulta técnicamente más fácil vigilar su cumplimento, al contrario de lo que ocurre en los empleos que se realizan al aire libre.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga al empresario a “garantizar la seguridad y la salud de sus trabajadores” mediante el diseño y la aplicación de los planes de prevención ante los riesgos, entre los cuales, en determinadas épocas del año, figura el estrés térmico.

Los sindicatos recuerdan que se deben identificar y evaluar los puestos de trabajo y tareas con riesgo de exposición a altas temperaturas, contando con la participación de los trabajadores y trabajadoras o de sus representantes en la gestión del riesgo, además de formar e informar a los trabajadores sobre el riesgo y las medidas adoptadas.

Igualmente, es necesario incorporar medidas organizativas y técnicas para reducir la exposición: rotación, disminución de la carga de trabajo, redistribución de jornada, descansos, pausas, suministrar agua y otras bebidas frescas no alcohólicas, no trabajar en solitario, etc, así como proporcionar ropa adecuada, ligera, no voluminosa y que no dificulte los movimientos, proteger la cabeza y proporcionar cremas de protección solar.

Además, los planes de prevención deben establecer y planificar la vigilancia de la salud y los primeros auxilios y enseñar, en estos casos, a reconocer los primeros síntomas de un golpe de calor. De ser necesario, se puede considerar la paralización del trabajo por riesgo grave e inminente y denunciar ante Inspección de Trabajo.

Los golpes de calor suelen estar asociados a una temperatura corporal por encima de los 40,6 °C, taquicardia y respiración rápida, convulsiones, cefalea, náuseas y vómitos, piel seca o caliente con ausencia de sudoración y confusión, pérdida de consciencia y pupilas dilatadas. Ante estos síntomas se recomienda colocar a la persona en una zona a la sombra y si es posible en un ambiente fría, desvestir y dar duchas con agua fría; cubrir el cuerpo con toallas húmedas e intentar que la temperatura del cuerpo disminuya. Si está consciente, dar agua fría para beber, y si está inconsciente, colocar en posición lateral de seguridad. Siempre contactar con el 112 y procurar trasladar al hospital al afectado lo más pronto posible.

También puedes leer —  Uganda: Explotación y represión | Limpiadoras | Hambre en el mundo, una mancha para la humanidad

Dos agricultores, víctimas mortales de la ola de calor

El pasado 26 de junio un agricultor de 46 años falleció tras padecer un golpe de calor, sufrido mientras trabajaba en una explotación vitivinícola, en el término municipal de Cinco Casas (Ciudad Real). Trasladado por las personas que se encontraban con él al Centro de Salud de Argamasilla de Alba, llegó inconsciente, de donde fue dirigido en helicóptero al Hospital General de Ciudad Real, donde falleció poco después, según informó el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).

Ese día la provincia de Ciudad Real fue una de las zonas de España declarada en alerta naranja por altas temperaturas, con máximas que rondaron los 40 grados.

El 24 de junio otro agricultor de 47 años perdió la vida en Aznalcóllar (Sevilla), tras sufrir un golpe de calor cuando se encontraba arando. El hombre, con patologías previas, fue atendido tras desvanecerse en el campo y, ya sin sentido, fue trasladado por sus hijos al centro de salud de la localidad, con fiebre de unos 41 grados, donde falleció.

Primer enjuiciamiento por estrés térmico

El fiscal superior de la Región de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, ha pedido penas de prisión para los responsables de una obra en la pedanía murciana de Los Ramos en la que murió por un golpe de calor un operario que trabajaba en la construcción de una carretera. Según la información de La Opinión de Murcia, se trata de la primera vez que la Fiscalía pide penas de cárcel para los responsables de una empresa con una víctima mortal del estrés térmico.

Díaz Manzanera precisó que la víctima mortal del accidente causado por las altas temperaturas en Los Ramos «trabajaba en la construcción de la carretera de circunvalación a primera hora de la tarde» cuando se produjo el fallecimiento, a pesar de que «estaba prohibido el trabajo a esa hora».

Esta causa, que está pendiente de juicio, dio lugar a una de las tres acusaciones por homicidio por imprudencia que la Fiscalía presentó el pasado año ante los tribunales de la Región. El Ministerio Público solicita tres años de prisión para el jefe de obra, para el responsable del servicio de prevención y para un directivo de una constructora.

El máximo responsable de la Fiscalía apuntó que este fallecimiento por golpe de calor pudo haberse producido antes de 2022, aunque la acusación ante el juez se presentó el pasado año, una vez concluida la investigación de la Inspección de Trabajo que determinó la existencia de responsabilidades penales.