Las medidas de empleo de Vox: Derogar y derogar por el bien solo de los españoles

Las medidas de empleo de Vox: Derogar y derogar por el bien solo de los españoles
Vox se presenta a las próximas elecciones generales con “un programa para lo que importa” que se centra en derogar todas las leyes y medidas adoptados por el Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez.

Sus propuestas en materia de empleo caben en 10 páginas, generosamente diseñadas, que conforman el capítulo tres: “Empleo y salarios dignos”. Una página menos, si no se cuentan los párrafos iniciales en los que se vierten los infundios, descalificaciones y tópicos sin respaldo alguno, tan habituales en el partido de Santiago Abascal y amigos.

El discurso refleja cierta pereza intelectual al atribuir todos los males del mercado de trabajo a “las políticas socialistas y globalistas”. El tipo de argumentación se refleja bien en esa frase, donde se usan ciertos adjetivos como insultos:

“El gobierno de Sánchez ha agravado con sus políticas socialistas y globalistas el acceso y calidad de los empleos en España: destrucción de nuestra industria, ataque al campo, competencia desleal extranjera, inmigración descontrolada, cuotas de género y un ultimátum entre un sueldo digno o poder dedicar tiempo a una familia”.

En cuanto a las medidas concretas, que en realidad son pocas, no pasan de ser la plasmación de unas orientaciones generales a las que se les atribuye una eficacia casi milagrosa. Eso sí, constantemente se añade al sustantivo plural “trabajadores” el calificativo “españoles”, para despejar posibles dudas.

Reducir las cargas y regulación abusiva

Se promete “impulsar la subida de todos los salarios, especialmente los más bajos”, sin más especificación, lo que se acompaña de un argumento que más que entusiasmar a los trabajadores persigue calmar a los empresarios: “Para que ello no conlleve una destrucción de empleo se deben reducir drásticamente las cargas sobre las empresas y la regulación abusiva que perjudican la generación de empleo”.

En un intento por disimular la endeblez del planteamiento se añaden unas líneas que establecen una causalidad no avalada por datos y evidencias. La proposición discursiva achaca la causa de los salarios de miseria y paro inaceptable a, así literalmente, “el estado de bienestar de los políticos”. Les ha faltado matizar “de los políticos que no son de Vox”, claro.

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La solución, según Vox, a todos los problemas del empleo en realidad es siempre la misma: “reducción de las cotizaciones”; “reducción drástica del gasto …”; “exoneración de la cuota…” y así hasta aburrir.

Por si este plan no saliera bien, han debido pensar sus ideólogos, siempre se le puede echar la culpa a otros. Es cuando toca hablar de inmigración, sindicalistas y ecologistas.

Así se habla de “garantizar una inmigración legal, ordenada y adaptada a las necesidades y posibilidades de nuestro mercado laboral”, recurriendo claro a la acción punitiva cuando convenga.

En este sentido se anuncia que sancionarán con “dureza” a quienes empleen a “inmigrantes sin permiso de residencia en condiciones de explotación”, no queda claro si solo con una de esas dos condiciones o las dos.

Por supuesto, se aclara que derogarán “la reforma laboral de Yolanda Díaz” de la que dicen que “ha maquillado las cifras de temporalidad” y beneficia a “los sindicatos mayoritarios que han traicionado a los trabajadores”. Su alternativa, para que no se diga, es hacer una reforma laboral que “escuche a los verdaderos agentes sociales”, sin que por el momento se sepa bien quienes son tales actores llamados a entenderse con posibles ministros voxistas.

También, se advierte que Vox cuidará “el Medio Ambiente desde el sentido común, la responsabilidad y la protección de nuestra economía, compatibles con el desarrollo económico y el bienestar de los españoles”, en el bien entendido, se desprende, que todo es campo a arar, en realidad.