Un compromiso político con la salud y seguridad de las personas trabajadoras
Miguel Cruz, en representación de víctimas de accidentes laborales, aborda las oportunidades que abre la recién aprobada Estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo para preservar la vida y la integridad de las personas en sus empleos, señalando algunas de sus carencias.
El pasado 23 de febrero, tuvo lugar la puesta en marcha protocolaria de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027 (EESST 2023-2027). En concreto, protagonizaron el acto Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Trabajo y Economía Social (MITES), Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Cuerva, presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez y Eugenia Gómez de Diego, consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno de Cantabria, en representación de las Comunidades Autónomas.
Sin duda, dada la importancia de lo que se está queriendo manifestar, estamos ante un momento relevante: el compromiso por dar vida a una iniciativa, fruto indudable del diálogo social y de la imperiosa necesidad de empezar a «torcerle el brazo» a una realidad terriblemente grave: la siniestralidad laboral y falta de salud en el trabajo.
Pero… ¿qué significa concretamente este acto, este documento? vamos a tratar de profundizar en él y evaluar, así, sus potencialidades y también sus carencias.
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Presidente de AVAELA.