Trabajadores cristianos del mundo llaman a luchar por una economía para la vida

Trabajadores cristianos del mundo llaman a luchar por una economía para la vida
El Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), ante la próxima conmemoración del Primero de Mayo, considera “necesario una economía que crea oportunidades de empleo digno, que no exploten al trabajador mediante condiciones laborales degradantes y horarios extenuantes”.

En su comunicado, Recordar – reflexionar – continuar la lucha, el MMTC denuncia  que “un trabajo que no cuida, que destruye la creación, que pone en peligro la supervivencia de las generaciones futuras, no es respetuoso con la dignidad de los trabajadores y no puede considerarse decente”.

La organización advierte que las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 persisten y la guerra entre Rusia y Ucrania agrava aún más las condiciones de vida de los más pobres, lo que se está traduciendo en escasez de artículos de primera necesidad y subida de precios que merma su capacidad de compra, sin olvidar que cada vez más personas migrantes en busca de una vida mejor se dirigen a otros países que los rechazan. Así, señalan que “la política económica, unida a la situación pospandemia, beneficia solo a un grupo, mientras la mayoría de la población solo alcanza a cubrir un mínimo de la cesta básica familiar”.

Muchos trabajadores y sus familias, puntualiza el MMTC, “experimentan condiciones de vida muy difíciles debido a la precariedad laboral y los bajos salarios”, sin que en la mayoría de los países del mundo exista un sistema de protección público que atienda las necesidades fundamentales. Por ejemplo, cita la organización, en la República Dominicana, “el sistema de seguridad social sólo sirve para enriquecer a los intermediarios conocidos como “Administradoras de Riesgos en Salud” y las “Cajas de Pensiones”, que no garantizan ninguna cobertura por enfermedad ni un ingreso justo en la jubilación o por desempleo. Los más pobres quedan excluidos del sistema”.

La globalización del llamado mercado “libre” promueve la destrucción del planeta con la explotación de los recursos naturales principalmente por parte de empresas mineras, como sucede en la República Dominicana, Guatemala, Chile, Brasil, entre otros, señala la organización a la que también pertenece la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Además, el MMTC alerta de que “las nuevas tecnologías provocan la supresión o devaluación de ciertos tipos de trabajo, arrojando a muchas personas a la economía informal sin ningún tipo de protección o seguridad”.

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Las entidades afiliadas de países donde sigue muy presente “la corrupción estatal y la impunidad” insisten en que con la caída de algunos gobiernos que acaban ante los tribunales de Justicia, “lo robado nunca se devuelve”. “Este sistema de Estado cómplice e ineficaz engendra la pobreza y su procesión de criminalidad y violencia machista y comunitaria”, señalan.

Las palabras de Jesús, “he venido para que tengan vida y vida en abundancia”, muchas veces resuenan en el vacío. En el MMTC se preguntan si los máximos responsables de este modelo económico tuvieron en cuenta a los trabajadores y sus familias.

Juan Pablo II llamó “capitalismo salvaje” a este modelo económico que daña la vida de las personas, porque fragmenta a la clase trabajadora, porque promueve la destrucción acelerada de los recursos naturales del planeta, porque crea desesperación, porque nos atrapa en el consumismo y anestesia nuestras capacidades de reacción, afirma el comunicado.

Al tiempo, señala que el papa Francisco expresa que una nueva economía, inspirada por Francisco de Asís, puede y debe ser amiga de la Tierra, una economía de paz. Se trata de transformar una economía que mata en una economía de vida, en todas sus dimensiones.

EL MMTC termina su mensaje pidiendo “que el sacrificio de los trabajadores de 1886 nos toque, nos llame a la reflexión y nos mueva a actuar con justicia y solidaridad en el mundo laboral y económico” y  recuerda que el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia llama a la comunidad cristiana a “renovar nuestro compromiso cristiano” para “denunciar las injusticias y anunciar mensajes de esperanza, la Buena Nueva”.