La Iglesia de Sevilla reclama un “nuevo consenso social”
Un nuevo consenso social basado en una economía solidaria, el trabajo decente, el reparto del empleo y la articulación de un ingreso universal.
Esta mañana se ha celebrado el XVI Encuentro Diocesano de la Acción Conjunta contra el Paro convocado por la Iglesia de Sevilla.
La cita ha reunido a medio centenar de personas, en la Facultad de Teología San Isidoro de la ciudad hispalense, y ha permitido conocer y dialogar sobre el trabajo digno y las prácticas de comunión que se están construyendo. La jornada ha tenido una ponencia y una mesa de experiencias.
Monseñor Abilio Martínez, obispo de Osma-Soria y responsable de la Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española, destacó en su ponencia el acompañamiento al trabajo digno que está en la realizando la Iglesia española. Además, el obispo invitó a todos los participantes a continuar su trabajo ayudándose de las publicaciones de la CEE como la última publicada, El Dios fiel mantiene la alianza, donde se trabaja y se da una visión integral de la persona: “la persona es ser, amar, hacer e historia”, ha dicho. Además, subrayó la necesidad de poner a la persona en el centro para obtener un trabajo digno.
En un segundo momento, la mesa de experiencias, integrada por Miguel Rus, presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla; Manuel Hernández, responsable de BioAlverde, empresa de Cáritas de economía solidaria e inserción sociolaboral centrada en el huerto ecológico y el reciclaje textil; e Inmaculada Parreño, militante de la HOAC y sindical. La mesa, moderada por Yolanda Fernández, militante de la HOAC de Sevilla, se ha conversado sobre cómo se plasma a nivel social y cultural la Doctrina Social de la Iglesia y cómo se trabaja para construir un trabajo digno que beneficie a la persona, así como se han compartido experiencias concretas de los distintos ámbitos donde trabajan los participantes de la mesa de experiencias.
Con la realización de este encuentro, se ha emitido un comunicado en el que se destaca que la Accion Conjunta Contra el Paro “quiere expresar la lucha por el trabajo digno, una dimensión de nuestra vocación a testimoniar el amor de Jesucristo al mundo obrero y del trabajo”. Este encuentro ha permitido constatar “que son muchos años los que llevamos empeñados en recuperar la dignidad humana, dignidad negada por muchas formas de empleo que solo buscan el beneficio indigno sacrificando el trabajo digno al que toda persona tiene derecho”.
Mejoras insuficientes
En la jornada se ha subrayado “que se han conseguido importantes mejoras: La subida del SMI, la nueva legislación de los trabajadores Autónomo y de las Empleadas de Hogar, la mejora de las pensiones, los cambios introducidos en la negociación colectiva, etc.”.
Sin embargo, recuerdan que “la desigualdad sigue creciendo de manera escandalosa: Por cada dólar de nueva riqueza global que recibe una persona del 90% más pobre de la humanidad, un milmillonario se embolsa 1,7 millones de dólares. Desde 2020, el valor conjunto de la riqueza de los milmillonarios españoles ha aumentado en casi 3000 millones de dólares, lo que equivale a un aumento de aproximadamente 3 millones de dólares al día;y el empleo sigue siendo precario y mal pagado: En Andalucía, el 36% de las personas menores de 25 años está desempleada, el 43% en el caso de las mujeres; el 40% de los contratos realizados tienen una duración inferior a un mes, y el 42% de las personas que trabajan cobran menos del salario mínimo”.
El dinero, gobierna
Además, indican que “la mercantilización de la vida laboral se ha extendido a todos los órdenes de la vida. Ahora, vivimos unos tiempos agitados por profundos cambios que, bajo una pretendida racionalidad y mayor eficiencia, están desmontando los fundamentos humanistas de las relaciones económicas, políticas, institucionales y sociales que hacen posible tener una vida humana digna. Ya no basta tener un trabajo digno, que no se tiene, es necesario que las demás dimensiones de la vida humana, personal y familiar también lo sean, y no lo son”.
Por eso, destacan que “es inconcebible el poder otorgado a la Banca y a las grandes empresas, que amparadas en la drástica reducción de la atención presencial y en la digitalización de su actividad, se han convertido en agentes clandestinos a los que es imposible acceder: el contestador automático, la cita telefónica, la página web, el formulario electrónico, la banca digital, el certificado digital… son muros que impiden a muchas personas ejercer sus derechos básicos, y suponen un costo económico que empobrece más y a más personas”.
Deterioro de lo público
En el comunicado final del encuentro también destacan “el progresivo deterioro de los servicios públicos, especialmente la sanidad, la educación y los servicios sociales; la progresiva complejidad del acceso a los derechos básicos: ser atendido por el médico, por la trabajadora social o por la persona que trabaja en Hacienda; tener un trato diferenciado y personalizado ante el fracaso escolar; recibir alguna ayuda para rellenar y presentar los complejos requisitos necesarios para percibir una ayuda de la Administración”.
Desprestigio institucional
Con todo, la Iglesia de Sevilla alerta de “la pérdida de credibilidad de las instituciones del Estado y la inmoralidad de la vida política, a la que han llenado de mentiras, falsedades y calumnias, tenemos un ecosistema social que asfixia la vida digna y la propia existencia humana”.
Amor social por la justicia
La acción diocesana de lucha contra el paro, ofrece la encíclica Fratelli tutti, del papa Francisco, como referencia para “empeñarnos en vivir y construir el amor social como camino privilegiado de lucha por la justicia. Las experiencias compartidas en estas Jornadas ponen de manifiesto que es posible otra economía y otras relaciones humanas”.
Nuevo consenso social
“Hoy es absolutamente necesario seguir trabajando para conseguir mejoras en las condiciones de vida y trabajo, pero el gran reto es construir un nuevo consenso social que apueste por la economía solidaria y elimine la dualidad empleo/trabajo y empleo/salario, porque esta dualidad ha dejado a muchas personas sin empleo y sin los derechos asociados a él, a pesar de trabajar sin descanso, y sin salario. Con el papa Francisco, exigimos un ingreso universal, el reparto del empleo y el reconocimiento como empleo de multitud de trabajos absolutamente necesarios para las personas, las familias y la sociedad. En esta tarea, seguimos comprometidos”, apuntan.
“La situación es difícil, Jesús ya nos anunció que en medio del mundo tendríamos dificultades, pero nos animó a seguir: “ánimo, que yo he vencido al mundo” (Jn. 16, 33)”, que concluyen.
Redacción de Noticias Obreras.
