La Asociación Andaluza de Barrios Ignorados denuncia la violación de derechos humanos

La Asociación Andaluza de Barrios Ignorados denuncia la violación de derechos humanos
Foto | Manuel Murillo (Diario de Córdoba).
En el Día Internacional de la Justicia Social, la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados denuncia la pobreza y exclusión social que sufren cerca de un millón de personas que viven en 99 barrios desfavorecidos de Andalucía.

“No habrá justicia, ni igualdad, si las administraciones (central, autonómica y municipal) no apuestan por la justicia social invirtiendo todos los recursos necesarios”, afirma la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados en un comunicado hecho público en este día.

Naciones Unidas eligió este día para promover “sistemas económicos basados en los principios de la justicia, la equidad, la democracia, la participación, la transparencia, la rendición de cuentas y la inclusión”.

Sin embargo, la asociación andaluza afirma que “para muchos de los vecinos y vecinas que vivimos en los llamados barrios ignorados” todavía no están garantizados derechos humanos fundamentales. Aunque las carencias son muchas en estas zonas, este año han querido llamar la atención sobre la educación, la sanidad y la energía por “su importancia y actualidad”.

Más educación

A su entender, las altas cifras de absentismo, fracaso y abandono temprano escolar demuestran que “la educación reglada y no reglada no está funcionando en muchos de los colegios de nuestros barrios”.

Por ello, reclaman “otro modelo de escuela en el que se tenga en cuenta todo el contexto socio-familiar de los niños y niñas; se acompañe integralmente a toda la familia para erradicar eficazmente los principales problemas que les afectan y salir así de la espiral de pobreza y exclusión”.

Así, proponen a todas las administraciones competentes que desarrollen otro modo de intervenir en estas zonas. En concreto, piden la implantación como experiencia piloto de “El Proyecto Palanca”, elaborado por la propia asociación en colaboración con expertos en el ámbito educativo, donde recogen su visión de cómo debería ser la nueva escuela para la inclusión.

Más sanidad

El deterioro de la sanidad pública afecta con mayor intensidad a los vecinos y vecinas de estos barrios. “Cada vez hay menos profesionales sanitarios en nuestros barrios, lo que hace más difícil recibir atención de calidad en un plazo adecuado”, afirma la asociación. Las consecuencias no pueden ser más desastrosas, según advierten: “la esperanza de vida en los barrios más desfavorecidos es un 25% más baja en comparación con la media de la ciudad y esto irá empeorando”.

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Más luz

Ante el fenómeno de los apagones y cortes de luz en estos barrios, que afecta a “muchas familias, a pesar de que pagan sus facturas”, denuncia la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados que “cuando el Estado (central, autonómico y municipal) no cumple con sus funciones y no trabaja para fomentar la cohesión e igualdad social, las consecuencias son impredecibles y cada vez serán peores”.

La falta de suministro energético garantizado supone no poder usar los ascensores ni electrodomésticos y aparatos básicos, mala iluminación que dificulta el estudio y un largo etcétera, del que ni las administraciones públicas ni las empresas energéticas “se hacen responsables”.

La situación, convertida ya en “un problema estructural” está generando ansiedad y depresión entre los afectados. “Muchos vecinos se están medicando a raíz de esta situación o abandonando el barrio si se les presenta la oportunidad”, señalan desde la asociación.

Negligencia y desprecio

En estas circunstancias, la asociación declara que “la violación de estos derechos es resultado de la negligencia y desprecio hacia los empobrecidos por parte de los distintos poderes públicos”, y exige que “cumplan con sus obligaciones”. Es más, denuncia que “año tras año” se dejan partidas presupuestarias sin gastar por parte de las distintas administraciones, por lo que insiste: “¡Qué sea delito dejar a una familia sin recursos!”

También apelan a la sensibilidad y compromiso de la ciudadanía, a la hora de “unirse y trabajar por el bien común”, al entender que “nuestra perspectiva, nuestra postura y cómo actuamos ante esta realidad puede perpetuarla o, por el contrario, ayudar a transformarla”.