La Iglesia española ultima su aportación a la fase continental del Sínodo

La Iglesia española ultima su aportación a la fase continental del Sínodo
Obispos, personas consagradas, laicas y representantes de movimientos y asociaciones de la Iglesia de España se han reunido este sábado para ultimar su aportación a la fase continental del proceso “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

En la jornada, celebrada el sábado 28 de enero, se ha presentado el texto de síntesis redactado por el Equipo sinodal de la Conferencia Episcopal, en el que se han recogido las aportaciones enviadas al documento elaborado a su vez por la Secretaría del Sínodo el pasado mes de septiembre.

En la reunión han participado un total de 120 asistentes, entre los que se encuentran los obispos miembros de la Comisión Permanente; un miembro de los equipos sinodales de cada diócesis; 10 de la vida religiosa; y 10 de asociaciones laicales y movimientos.

La hermana María José Tuñón, miembro del Equipo Sinodal ha abierto la jornada con una oración, mientras que el presidente del episcopado, Juan José Omella ha dado la bienvenida y animado a los asistentes. El subsecretario de la Secretaría General del Sínodo, Luis Marín, se ha hecho presente a través de un vídeo mensaje.

El subdelegado de Apostolado Seglar en Santiago de Compostela y militante de la HOAC, Alfredo Losada, presente en le acto, ha comentado que ya desde los saludos iniciales, “que en cualquier otra ocasión podrían pasar desapercibidos”, han puesto de manifiesto el “impulso misionero”, por su ardor evangélico y su pasión.

Omella ha insistido en “el momento histórico apasionante” que supone el proceso actual. Su comparación entre el proceso sinodal iniciado y el camino de Santiago, nol pasó desapercibido al delegado gallego, quien subraya “la alegría de caminar juntos” pese a lo “costoso” del esfuerzo.

El presidente de la Conferencia Episcopal ha señalado que el Espíritu Santo es como el pegamento que nos une, y que nos hace agentes de comunión, y aunque hay resistencias y voces contrarias, las voces no hunden, no puede hundirse Jesús en el lago del mundo.

Por su parte, el subsecretario de la secretaria del Sínodo, Luis Marín, ha resaltado el tiempo de esperanza que vivimos, siendo la sinodalidad un proceso hacia la coherencia como cristianos y un impulso a la misión. También ha animado a recuperar la fraternidad cristiana, que emana del bautismo, al tiempo que puntualizó que el insulto, la agresividad y el desprecio atentan contra la comunión, por lo que ha afirmado que la revolución pendiente en la Iglesia es la del amor, concluyendo con el imperativo: sed valientes, sed generosos.

El obispo coordinador del Equipo Sinodal, Vicente Jiménez, ha recordado el itinerario recorrido así como los siguientes pasos a dar. El secretario de este Equipo, Luis Manuel Romero, ha sido el encargado de detallar la metodología de la jornada.

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Isaac Martín, Olalla Rodríguez y Dolores García Pi, también miembros del equipo, han sido los encargos de presentar el borrador de la síntesis elaborada, tras lo cual se ha dedicado un tiempo para el discernimiento personal, antes de comenzar el trabajo compartido por grupos para perfilar el documento presentado, pudiendo añadir o matizando aquello que consideraran necesario.

Las personas asistentes se han repartido en 12 grupos, donde se han subrayado los principales aspectos de la síntesis y se han comentado otros elementos a matizar o lagunas detectadas, con una apelación constante a la conversación espiritual.

Entre las prioridades más recalcadas en este proceso destacan la necesidad de potenciar la acogida en nuestras comunidades, de forma que sean espacios integradores; de promover la corresponsabilidad, real y efectiva, del pueblo de Dios, superando el clericalismo; de reconocer definitivamente el papel de la mujer en la Iglesia y fomentar su participación en todos los niveles de la vida eclesial.

También hay un gran consenso en torno a la conveniencia de articular la integración y participación de los jóvenes en nuestras comunidades; de dinamizar la formación en cuestiones fundamentales de nuestra fe, específicamente en materia de doctrina social de la Iglesia; además de fomentar el diálogo con el mundo y la cultura; y cuidar la liturgia como expresión de una de viva, consciente y activa.

Losada ha destacado la convicción compartida de que ” la sinodalidad es un don del Espíritu y como tal debemos acogerlo, así como que el proceso sinodal debe llevar a que personas y estructuras eclesiales se dinamicen con espíritu de corresponsabilidad real” . En su opinión, resulta de gran importancia que “la comunión debe llevar a la misión, a la construcción del reino”.

Las aportaciones realizadas durante este encuentro será incorporadas al documento final que se enviará a la fase continental del Sínodo, cuya asamblea se celebra del 5 al 9 de febrero en Praga. A ella asistirán, en representación de la CEE, su presidente, cardenal Omella; el obispo coordinador del Equipo sinodal, Mons. Vicente Jiménez; el secretario del Equipo sinodal, el sacerdote Luis Manuel Romero; la Hna. María José Tuñón, como responsable de la Vida consagrada y miembro del Equipo sinodal y Dolores García Pi, Presidenta del Foro de Laicos y también miembro del Equipo sinodal de la Conferencia Episcopal.