Mundial de Fútbol: ¿importa la vida de las personas trabajadoras?

Mundial de Fútbol: ¿importa la vida de las personas trabajadoras?
Foto | Amnistía Internacional
En 2010 la FIFA otorgó la organización de la Copa Mundial de Fútbol 2022 a Qatar, un país con un régimen dictatorial y con un sistema laboral en el que trabajadores y trabajadoras migrantes (la inmensa mayoría de los trabajadores del país) sufren un régimen de servidumbre.

No importa, el negocio es el negocio y el atropello a los derechos humanos se puede ignorar cuando se trata de un país enormemente rico. Entonces todo se puede «blanquear». Así es la hipocresía que asola nuestro mundo.

Qatar tiene apenas tres millones de habitantes y dos millones son trabajadores migrantes. Organizaciones sindicales y de derechos humanos han sido muy críticas con la concesión del Mundial a Qatar y han peleado para lograr avances en el respeto a los derechos humanos, los laborales en particular. Algo han logrado, pero aún queda mucho. Hasta 2017 el régimen laboral legal en Qatar era el de la kafala, una servidumbre en la que trabajadores y trabajadoras dependen completamente de sus empleadores, sin poder cambiar de trabajo ni salir o entrar al país sin su permiso.

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