La Pastoral de Migraciones promueve círculos de silencio en solidaridad con las personas migrantes

La Pastoral de Migraciones promueve círculos de silencio en solidaridad con las personas migrantes
El Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal acaba de publicar una guía para extender los círculos de silencio en solidaridad con las personas migrantes y refugiadas allí donde aún no se realizan.

Las Delegaciones Diocesanas de Migraciones acordaron impulsar este tipo de acción diocesana en la pasada Jornada de Delegados de abril 2022.

Estos círculos, una acción pacífica nacida en el seno de una comunidad franciscana de Toulouse (Francia) en 2007, ya se convocan con mayor o menor periodicidad en unos 50 puntos de la geografía española.

En el díptico se explica el origen, los objetivos y el desarrollo de los círculos de silencio, con el fin de que las comunidades y colectivos católicos que así lo decidan puedan replicar estos gestos públicos en solidaridad con las personas migrantes y refugiadas, adaptándose a las realidades de cada lugar y las circunstancias de cada momento.

Las delegaciones diocesanas convocan, una vez al año, como poco, un círculo de silencio coincidiendo con la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, aunque también está muy extendida la práctica de organizarlas mensualmente, siempre en el mismo lugar, variando los símbolos y manifiestos en función de los acontecimientos de actualidad relacionados con las migraciones.

Con ello, además de expresar en público el compromiso de la Iglesia a favor de las personas que han abandonado sus lugares de origen en busca de una vida mejor, también se favorece la ocasión de diálogo y encuentro entre personas de diferentes sensibilidades.

Cómo demostración pacífica y simbólica que no requiere de una gran infraestructura, la metodología de los círculos se ha utilizado también para reclamar trabajo digno o el cuidado de la creación.

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