Hacen falta medidas eficaces para abordar el aumento de las personas sin techo
El número de personas sin techo en nuestro país ha aumentado casi un 25% en los últimos 10 años. Las entidades sociales reclaman, a las administraciones, políticas más decididas para acabar con la exclusión residencial.
La Fundación Hogar Sí considera “alarmante” el dato de las 28.552 personas sin hogar en España, revelado por la Encuesta a personas sin hogar, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que llevaba sin actualizarse diez años, lo que supone un incremento del 24,5%.
Hogar Sí precisa que la encuesta solo contabiliza a las personas usuarias de los centros del sistema de atención, no a las que viven en la calle, por lo que estima que la cifra real podría ascender a 37.117, un 30% más. Sin ir más lejos, Cáritas afirma que el año, en sus 450 centros y recursos orientados a las personas sin techo atendió a 37.207 usuarios y usuarias.
Para Hogar sí, las soluciones tradicionales empleadas hasta el momento, basadas en albergues y alojamientos colectivos de emergencia, son “ineficaces” para resolver el problema. También Cáritas coincide en apostar por que “no se discrimine a las personas más vulnerables en su derecho a contar con una vivienda digna”.
Reivindicaciones estas que no pueden menos que recordar la cercanía del propio papa Francisco a las personas que viven en la calle y su decidida apuesta por impulsar la agenda de las “3t”, tierra, techo y trabajo.
En su mensaje al IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares, pidió a los gobiernos y a los políticos que tuvieran “el coraje de mirar a sus pueblos, mirar a los ojos de la gente, y la valentía de saber que el bien de un pueblo es mucho más que un consenso entre las partes” y que fueran “servidores de los pueblos que claman por tierra, techo, trabajo y una vida buena”.
El 20% de las familias está en exclusión residencial
Según el VIII Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, presentado a inicios de año, uno de cada cinco familias en nuestro país sufre exclusión residencial, es decir, tienen graves dificultades en relación al acceso y al mantenimiento de la vivienda. En el caso de los hogares en pobreza severa, ese porcentaje aumenta hasta el 69%.
Igualmente, Hogar Sí advierte de que “no tener hogar dificulta también el acceso a otros derechos” como el derecho a la salud –un 44% de las personas en situación de sinhogarismo manifiesta tener una percepción negativa de su salud– o al empleo y las garantías de ingresos mínimos –el 5% tiene acceso a un empleo y el 17% está percibiendo la renta mínima de inserción o el ingreso mínimo vital–.
Para Cáritas, el ‘sinhogarismo’ es un problema social que “no solo aglutina a las personas en situación de calle” sino que alcanza a importantes capas de la población. De acuerdo con la Tipología Europea de Sin Hogar y Exclusión Residencial (ETHOS) hay cuatro categorías: en situación de calle, sin vivienda, vivienda insegura o vivienda inadecuada.
Cronificación de la exclusión
Según los datos de la encuesta, el 40% de las personas sin techo lleva en esta situación más de 3 años, lo que revela, según Hogar Sí, la “cronificación” de este fenómeno.
Además, al ser preguntadas por lo que necesitarían para salir del sinhogarismo, el 96% de las personas manifiesta que no necesitaría un albergue, mientras que un 80% considera que la vivienda sería el factor necesario para abandonar esta situación, seguida del empleo.
Un sistema incapaz de ofrecer alternativas
“Teniendo en cuenta esto, estaríamos ante un sistema de atención incapaz de dar cobertura a todas las personas”, advierte Hogar Sí, que añade que, actualmente, se ofrecen 20.613 plazas de alojamiento para un total estimado de 37.117 personas en situación de sinhogarismo.
Esta entidad destaca que el sinhogarismo es un “problema estructural”. Así, más del 40% manifiesta haber llegado a esta situación por un desahucio, por no haber pagado su alojamiento, por la finalización del contrato de alquiler o porque su vivienda estaba en ruinas y un 27% porque perdió el trabajo.
Más del 12% de estas personas pasaron su infancia en instituciones o con personas diferentes a sus padres y el 20% de las personas sin techo dice haber vivido hasta los 18 años en un entorno familiar sin problemas o conflictos graves.
“Apostamos para que, en un futuro próximo, las personas y familias sin hogar acompañadas por Cáritas puedan tener acceso, disfrutar y ver garantizado su derecho humano a una vivienda adecuada”, señala María Santos, responsable del programa de Personas Sin Hogar de Cáritas Española.
Cáritas reclama a la Administración, también la estatal, que afronte “a la mayor brevedad” la inexistencia de un parque público de vivienda social y de emergencia para personas y familias en situación de sin techo y sin vivienda en el Estado español.
“Erradicar el sinhogarismo es un objetivo posible, pero tiene condiciones necesarias. Solo con un liderazgo público, traducido en políticas transformadoras que pongan la vivienda en el centro y estén acompañadas de un presupuesto adecuado, se podrá realizar un verdadero cambio de modelo que permita que ninguna persona viva en la calle en nuestro país”, ha subrayado el director general de Hogar Sí, José Manuel Caballol.
Redactor jefe de Noticias Obreras