El aumento de la pobreza alcanza también a personas con empleo y estudios superiores

El aumento de la pobreza alcanza también a personas con empleo y estudios superiores
Tener empleo o estudios superiores ya no libra de la pobreza, a juzgar por el XII Informe El Estado de la Pobreza, presentado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).

El informe confirma un incremento de las personas pobres con empleo y con estudios medios o universitarios en 2021, un fenómeno que se había detectado en los últimos dos años.

“Una de cada tres personas pobres está ocupada”, ha señalado el responsable de Investigación de EAPN-ES, Juan Carlos Llano, que ha reafirmado las características de este nuevo perfil de pobreza: “la situación de paro no define si se es pobre o no, hay más cuestiones que son estructurales”.

Las personas ocupadas en situación de pobreza o exclusión social han crecido en un 16,2%, mientras que el grupo de las personas paradas forma el colectivo que más lo sufre: el 58,6%. Las personas con educación superior aparecen como el que mayor aumento del riesgo de pobreza y exclusión ha registrado proporcionalmente (10,4%).

En 2021, el 11,6 % de las personas menores de 64 años viven en en los que sus miembros en edad de trabajar solo consiguen hacerlo por debajo del 20 % de su potencial máximo. El aumento ha sido de 1,6 punto, lo que supone la incorporación de 603.000 personas a esta realidad, hasta sumar 4,4 millones de personas menores de 64 años que viven en hogares con baja intensidad de empleo

La tasa de pobreza entre las personas con trabajo en España parece ser una constante. En 2013, era del 11,7% pero a partir de la reforma laboral se incrementó tres puntos porcentuales en los dos años siguientes y luego, en el lento periodo de recuperación, se mantuvo, hasta volver a aumentar. En 2021, el 14,3% de las personas con empleo eran pobres.

Esto datos reflejan la insuficiencia de las políticas tradicionales de protección y lucha contra la pobreza, contra el desempleo y contra la pobreza vinculadas a la búsqueda de empleo.

Casi el 28% de la población en riesgo de pobreza

En 2021, unas 380.000 personas cayeron en riesgo de pobreza o exclusión, elevando la tasa AROPE (At Risk Of Poverty or social Exclusion) hasta el 27,8% de la población de España.

Así, en España en ese año 13.176.837 de personas sufrieron, al menos, riesgo de pobreza, carencia material y social severa o baja intensidad en el empleo. Las medidas impulsadas por el Gobierno ante la crisis sanitaria están detrás de que un millón y medio de personas hayan evitado entrar en situación de pobreza durante la pandemia.

Sin embargo, los datos finales colocan a España como el cuarto país en Europa con más personas en situación de pobreza y exclusión social, algo que ya estaba agravándose antes de la pandemia y que esta no ha hecho sino profundizar.

Los hogares monoparentales con uno o más menores en situación de riesgo de pobreza y exclusión aumentaron en 4,5 puntos porcentuales en comparación con 2020, hasta afectar al 54,3% de estos hogares, la tasa más alta desde 2014, año a partir del cual comienzan los registros de esta nueva metodología.

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La vivienda y los suministros básicos se han convertido en un quebradero de cabeza para los hogares en situación más vulnerable. Así, el 36,2 % de las personas en situación de pobreza refiere gastar más del 40% de su renta en la vivienda, mientras el 14,3% de la población española no puede mantener su hogar a una temperatura adecuada.

Respecto a las dificultades para llegar a fin de mes, el 44,9 % de las personas presentan alguna clase de dificultad, una cifra ligeramente inferior a la del año pasado. Sin embargo, debe destacarse que se registra un importante descenso de personas que llegan con mucha dificultad a fin de mes: de 4,7 millones en 2020 a 4,1 millones en 2021.

Desigualdad por territorios

Los datos muestran que las diferencias entre regiones son grandes y se producen en la práctica totalidad de los indicadores estudiados. El diagnóstico muestra la división de España en dos mitades: las comunidades que se encuentran de Madrid al norte conservan bajas tasas de pobreza o exclusión social y, excepto en algún caso, perfectamente compatibles con las de los países europeos más avanzados. Por el contrario, aquellas situadas al sur, registran tasas extraordinariamente elevadas y muy por encima de la media nacional.

Comparando los indicadores autonómicos, las tasas más bajas se encuentran en Navarra y País Vasco, con el 14,7% y el 16% respectivamente, mientras que las más altas se registran en Andalucía y Extremadura, ambas con el 38,7%.

Aunque se aprecia una leve mejoría respecto a 2015, lo cierto es que la tasa AROPE se encuentra un 17% por encima del objetivo previsto para 2021, muy alejada del grado de cumplimiento.

Lejos de cumplir la Agenda 2030

España tiene difícil alcanzar las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 2030 y el Pilar Europeo de Derechos Sociales, por lo que EAPN-ES considera imprescindible realizar un esfuerzo suplementario para cumplir los objetivos en base al respeto y la garantía de los derechos sociales.

El empeoramiento de los principales indicadores de pobreza refleja la necesidad de mantener las medidas adoptadas como parte del escudo social, sino mejorarlas y complementarlas con otras. “Si queremos resultados diferentes, necesitamos medidas diferentes”, ha destacado el presidente de EAPN España y EAPN Europa, Carlos Susías.

La técnica de Incidencia de EAPN-ES, Aitana Alguacil, además, ha añadido que “las políticas públicas deben incrementar su cobertura y su intensidad”, ha declarado en referencia a medidas como la mejora del Ingreso Mínimo Vital, la Ley de Vivienda o la Ley de Familias, con el objetivo de hacer frente a la situación actual de crisis energética e inflación creciente derivada de la invasión rusa de Ucrania, que ha impactado de forma más cruda en las personas en situación de pobreza.