El impacto de la inflación en las familias más vulnerables
Durante la crisis de la COVID-19 muchas familias vivieron situaciones realmente difíciles. Pasados los meses más complicados, la situación económica y social fue mejorando progresivamente. Para buena parte de la sociedad española se fue recuperando la normalidad. Sin embargo, tras esta aparente normalidad, se esconde la historia de muchas familias que viven situaciones muy difíciles.
La situación social no es tan negativa como en 2020, pero es peor que antes de la pandemia. Muchas familias aún siguen sufriendo sus consecuencias en forma de deudas, condiciones laborales más precarias, menos apoyos.
A las consecuencias de la pandemia se está sumando una subida de precios que afecta especialmente a las familias con menos recursos. La inflación en España ha alcanzado en 2022 su nivel más elevado desde 1985.
Las repercusiones de la crisis derivada de la guerra de Ucrania y el encarecimiento de los costes de vida están aumentando de nuevo fuertemente los niveles de precariedad de las familias.
El número de familias que han necesitado ayudas económicas de Cáritas Diocesana de Madrid en el primer semestre de 2022 ha aumentado un 20% respecto al mismo periodo de 2021. Aún más preocupante es que el número de familias que ha precisado ayudas económicas es el doble que en el mismo periodo de 2019, antes del inicio de la pandemia. La situación de las familias más pobres es peor que antes de la crisis de la COVID-19.
El aumento de los precios afecta a todas las familias españolas, pero es importante no pasar por alto que la inflación está afectando de forma especial a las familias más vulnerables, porque la mayor parte de sus gastos se concentra en alimentación, alquiler de vivienda y suministros energéticos. Se trata de bienes y servicios no reemplazables y todos ellos han sufrido una importante subida de precio respecto a 2021.
Para una familia de dos adultos y dos hijos que están ingresando 800 euros mensuales, una subida de 80 euros en sus gastos mensuales significa agravar los problemas para cubrir los gastos esenciales de alquiler, de pago de electricidad, de gas y de llenar la nevera. Supone la diferencia entre llegar a fin de mes con dificultades y no llegar a cubrir las necesidades básicas.
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Responsable del Observatorio de la Realidad de Cáritas Madrid