Aumenta la trata de personas y alcanza las redes sociales
El Día Mundial contra la Trata, que desde su declaración en 2013 por Naciones Unidas se celebra hoy, nos recuerda que esta práctica criminal sigue en auge, ampliando a las redes sociales los mecanismos para captar y traficar con nuevas víctimas.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 40 millones de personas en todo el mundo son víctimas de esta esclavitud moderna que alimentan el trabajo y los matrimonios forzosos o la explotación sexual. El 50% de las víctimas detectadas fueron objeto de trata con fines de explotación sexual, y el 38% fueron explotadas para realizar trabajos forzosos.
El número de niños y niñas víctimas de trata ha aumentado. La proporción de menores entre las víctimas de la trata detectadas se ha triplicado en los últimos 15 años, mientras que la proporción de niños varones ha aumentado cinco veces. Las niñas son tratadas principalmente con fines de explotación sexual y los niños son utilizados para trabajos forzados.
A nivel mundial, una de cada tres víctimas detectadas es un niño. Pero esa cifra se incrementa considerablemente en algunas partes de África y en la zona del sudeste asiático, donde la cifra se eleva hasta casi el 100% de las víctimas.
Un crimen contra la humanidad
El papa Francisco ha insistido en calificar la trata como un “crimen contra la humanidad”, que “desfigura la humanidad de la víctima, ofendiendo su libertad y dignidad”, y, al mismo tiempo, “deshumaniza a quienes la llevan a cabo, negándoles el acceso a la vida en abundancia”.
El informe de la ONG Save the Children titulado Pequeños esclavos invisibles, reseñado por Vaticannews.es, señala que la explotación de personas, principalmente de mujeres y niños de todas las edades, sigue siendo uno de los mercados ilícitos más extendidos y tristemente rentables del mundo, junto con el tráfico de drogas y armas.
En 2020, el informe de casos confirmados seguidos de juicios y condenas contabilizó la aterradora cifra de 109.216 víctimas en todo el mundo. En Europa, donde el mercado de la trata de seres humanos tiene unos beneficios estimados de 29.400 millones de euros, una cuarta parte de los casos identificados corresponden a menores, en gran parte atrapados por la prostitución.
Asalto a las redes digitales
Las organizaciones criminales que se dedican a la trata de personas se han adaptado, utilizando cada vez más la explotación sexual in-door y los canales alternativos, creando un verdadero sistema de e-trafficking [trata digital]. Entre las nuevas herramientas se encuentran los chats online, las redes sociales, las agencias de empleo y las de asistencia a la inmigración para captar víctimas.
En cambio, por lo que respecta a los pagos, éstos se hacen imposibles de rastrear gracias a los avances de las criptomonedas y a la comunicación a través de la dark web [internet oscura], la parte oculta de internet que garantiza el anonimato de quienes la utilizan.
“El fenómeno de la ‘trata digital’ se afianzó especialmente en el período de la emergencia por el COVID. Mientras que los delincuentes han sabido aprovechar las oportunidades de lo digital con gran rapidez, las autoridades y la red de protección se enfrentan ahora a varios retos para tratar de contrarrestar el fenómeno”, afirmó Raffaela Milano, directora de los Programas Italia-Europa de Save the Children.
También incide en esta denuncia Ana Almarza Cuadrado, de Comisión diocesana contra la trata de Madrid, que habla de dos fuente principales de captación de personas, las crisis migratorias y las redes sociales.
“Las crisis migratorias son aprovechadas por las redes delictivas para actuar contra las personas más vulnerables. Actualmente no sólo sacándolas de sus países de origen generando la trata transnacional, sino también aprovechándose de la situación política y administrativa de nuestro país, de la situación de la guerra de Ucrania, de la Frontera Sur, de la situación en la que se quedan migrantes que superan los 18 años y pasan a ser extutelados…”
Engaños y vulnerabilidad
La falsa promesa de una vida mejor para los niños mueve, en ocasiones a los padres de estos pequeños a desprenderse de ellos. En otras ocasiones. son la desesperación y la pobreza, los que empujan a las familias a prescindir de alguno de sus hijos y, en otras muchas, lo son el secuestro o el abuso de poder, según denuncia una responsable de proyectos de Manos Unidas en Benín.
Por 30 euros, un niño o una niña pueden pasar a ser propiedad de sus explotadores, en Benín, una de las antiguas rutas de la esclavitud, donde miles de niños caen cada año en las redes de las mafias.
“La globalización, como fenómeno económico, ha contribuido a generar un mercado transnacional basado en la idea de que los dueños del capital y las mercancías buscan las condiciones más rentables para reproducirlo”, señala el Proyecto Esperanza y SICAR cat de las religiosas adoratrices.
“Con ello, ha facilitado la creación de fronteras difusas entre países y marcos legales locales que se mezclan con los internacionales y que favorecen, en muchos casos, a tratantes y redes criminales organizadas para la explotación de personas, sea cual sea la finalidad de explotación”, explican.
Mejorar la coordinación y cooperación
En su opinión, “es necesario fortalecer la coordinación y la cooperación transnacional con el objetivo de reforzar y mejorar la identificación temprana de indicios de trata y al acceso a apoyo integral para su recuperación con carácter inmediato”.
Tanto SICAR como Proyecto Esperanza están llevando a cabo el proyecto europeo “Iniciativa transnacional contra la trata en el contexto de los sistemas de asilo” (TIATAS por sus siglas en inglés), con el objetivo de reforzar el trabajo conjunto para la detección, identificación temprana y derivación segura de las víctimas de la trata de personas migrantes y solicitantes de asilo a recursos especializados en el contexto de los procedimientos de asilo, de acuerdo con los estándares de la Unión Europea.
“Por desgracia, las formas modernas de esclavitud siguen extendiéndose, incluso en las zonas más desarrolladas del mundo. Espero que la lucha contra la trata de personas también tenga más en cuenta una serie de realidades más amplias, como el uso responsable de la tecnología y las redes sociales y la necesidad de una visión ética renovada de la vida política, económica y social, centrada no en el beneficio sino en las personas”, advirtió el Santo Padre en la conferencia internacional del Grupo Santa Marta, celebrada en mayo de este año.
Redacción de Noticias Obreras.