Movilización en Huelva a favor del empadronamiento de temporeros
Ante la negativa de los ayuntamientos a recoger las solicitudes de empadronamiento en chabolas, la Asociación Multicultural de Mazagón acompañará a seis trabajadores migrantes a presentar su solicitud el jueves 23 de junio, a las 11:45 horas, en la puerta de la Mancomunidad.
Un nuevo incendio en los asentamientos de temporeros de Huelva ha vuelto a poner el foco en la situación de cientos de personas migrantes que, a pesar de emplearse en los campos colindantes, carecen del elemental derecho a un techo con el que resguardarse.
Esta vez las llamas han prendido en el poblado de Baldifresa, situado junto al Polígono Industrial de Palos de la Frontera en Huelva, calcinando cerca de 100 chabolas. Una persona resultó herida por quemaduras y varias fueron atendidas por crisis de ansiedad.
Cuarto muertes en los incendios de chabolas
El fuego en los asentamientos ha provocado, hasta la fecha, la muerte de cuatro personas. Toufik Alasar, murió en un incendio en este mismo asentamiento de Palos hace ahora dos años y medio. Le siguieron Ato y Esaadia. Murieron calcinados en una chabola de un asentamiento de Lucena del Puerto, el año pasado. La última víctima murió el 22 de abril en un incendio de su chabola en Lepe mientras dormía.
Empadronar a las personas trabajadoras en sus chabolas para eliminar la posibilidad de caer en las mafias ha sido una de las propuestas aceptadas por el Foro Provincial de la Inmigración, formado por representantes de todos los niveles de la administración, empresarios, sindicatos y organizaciones sociales, se reunió por última vez el pasado noviembre. Hasta la fecha, solo el Ayuntamiento de Lepe ha comenzado a tramitar el empadronamiento de algunas personas migrantes.
Según algunas ONG que trabajan sobre el terreno, en Huelva hay más de 40 asentamientos en las localidades de Lepe, Palos de la Frontera, Moguer y Lucena del Puerto, en los que viven más de tres mil migrantes, si bien, su número oscila en función de las campañas agrícolas activas.
Tras 20 años desde el establecimiento de personas migrantes en los campos de Huelva, las dificultades para acceder a una vivienda continúan. Existe un albergue público ocupado por los trabajadores en Lepe, que además está sin terminar y otro albergue gestionado por ASNUCI, una asociación privada sin ánimo de lucro, con una capacidad de 40 plazas.
Planes que nos se cumplen
El pasado mes de mayo, Enrique Santiago, secretario de la Agenda 2030, visitó Huelva, para trabajar en una alternativa definitiva a los asentamientos. La intención es llevar a cabo, desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, un programa conjunto con otras administraciones, los empresarios, sindicatos y organizaciones sociales. En principio, la financiación de la Unión Europea y los recursos para la recuperación económica tras la pandemia estaría disponible para respaldar las medidas que finalmente se adopten.
La Junta de Andalucía, por su parte, a través de su viceconsejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior anunció el pasado mes de enero una ayuda de 600.000 euros para la construcción de dos albergues de migrantes en los municipios de Lepe y Lucena del Puerto. De ellos, 300.000 euros van destinados a la reforma y terminación del albergue municipal que podrá albergar a 152 usuarios. La otra mitad de la partida irá dirigida a la construcción de un albergue de 60 plazas que contará con módulos habitacionales, zona de aparcamiento e infraestructuras básicas.
Mientras se alcanzan los acuerdos necesarios y se comienza a hacer realidad las buenas palabras, los repetidos incendios se suceden en unos poblados que, según el relator especial de la ONU sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, Phillip Alston, son “peor que en un campo de refugiados”.
