Avanzamos hacia la Iglesia que soñamos

Avanzamos hacia la Iglesia que soñamos
Cuando escuché hablar de Sínodo me costó comprender lo que suponía para nuestra Iglesia y si aquello que nos estaban presentando era real.

Poco a poco he ido comprendiendo la oportunidad que el papa Francisco nos estaba ofreciendo, la oportunidad de ser una Iglesia con apertura hacia el cambio, a recorrer un camino junto a otros y otras hacia una Iglesia más igualitaria, más participativa, más pobre y más cercana al Pueblo de Dios.

A lo largo de este tiempo lo he ido viviendo como un momento de esperanza por la oportunidad que se nos ofrece y, al mismo tiempo, de resistencia a creer que nuestras palabras serán escuchadas desde una Iglesia con una estructura tan jerarquizada y fuertemente posicionada en la toma de decisiones de manera unidireccional, que deja poco espacio al cuestionamiento desde las bases con un efecto real en la vida e Iglesia diaria y cotidiana.

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