Las 6-E de la Efectividad en Educación
Hace ya unas décadas se desarrolló lo que se conocía como el modelo 5-E con la idea de facilitar y hacer posible una intervención pedagógica más efectiva, a partir de un modelo fácil de entender y aplicar.
Se trataba, básicamente, de plantear experiencias que abordaran las posibles concepciones previas erróneas de los alumnos, así como aquellas actividades o tareas que facilitasen el cambio de dichos conceptos.
La primera E corresponde al engage, es decir, a la necesidad de atraer y captar la atención del alumno para que se comprometa con el proceso de aprendizaje. Los primeros instantes, y que se configuran como el primer paso de todo itinerario o camino formativo, siempre son decisivos: el primer paso es el que abre o inicia un camino y con él ya se señala o apunta hacia una determinada dirección, hacia un singular horizonte.
El primer reto del maestro es seducir, cautivar a su alumnado para que en él pueda liberarse su capacidad de asombro y así movilizar su interés. Esta primera fase puede ser tan breve como una pregunta inquietante o un pequeño desafío o alargarse creando un cierto halo de misterio o intriga.
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Maestro. Formador. Escritor
Autor de “Dos minutos”