Un desarrollo humano integral como Dios quiere

Un desarrollo humano integral como Dios quiere

Desarrollo humano, ¿sin Dios?
Jesús Espeja
San Pablo 2022
116 páginas

Conviene recordar las insistencias del papa Francisco sobre la necesidad de orientar la economía para que permita un desarrollo humano integral. Ya en Evangelii gaudium –un texto esencial para entender su pontificado y las prioridades de la Iglesia– denunciaba esa «economía que mata» y descarta a millones de personas. Fue con los trabajadores más humildes y sin derechos, en su encuentro de Bolivia (2015), cuando planteó: «¿Reconocemos que este sistema ha impuesto la lógica de las ganancias a cualquier costo sin pensar en la exclusión social o la destrucción de la naturaleza? Si esto así, insisto, digámoslo sin miedo: queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos… Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana Madre Tierra».

Desde esa preocupación social que caracteriza a Jesús Espeja, tantas veces compartida en El Termómetro de Noticias Obreras, nos ofrece ahora una reflexión sobre el desarrollo humano y una economía que lo haga posible. En la pregunta expresada en el título del libro, su aportación a este anhelo, «cada vez más intenso», opta por una respuesta clara y convincente.

Es clara porque en la opción preferencial por los pobres, Dios, a través de su Iglesia y su pueblo, responde a la sombras del mundo de hoy: a las extremas desigualdades, a la pobreza, a las necesidades esenciales de millones de personas que no son satisfechas por este sistema. No podemos ser ajenos a este clamor. Y es convincente, porque en el magisterio social de la Iglesia encontramos principios y criterios para una búsqueda humanista alternativa a esta globalización, «en alianza con el mundo», frente los intentos –políticamente transversales– de situar esta luz en el rincón de los acontecimientos.

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