Mujeres en la Iglesia piden voz y voto

Mujeres en la Iglesia piden voz y voto
Hoy es el día —menos en Córdoba que fue ayer— en el que las mujeres de la Iglesia vuelven a alzar la voz y a tomar las plazas para reivindicar la igualdad también dentro del Pueblo de Dios. Presentamos a tres integrantes de la Revuelta de Mujeres en la Iglesia que nos prestan su testimonio.

“Se ha organizado a nivel nacional una propuesta reivindicativa y celebrativa, junto al manifiesto que cada diócesis adaptará según sus posibilidades y características”, explica Teresa García del sector de la Dona de la HOAC de Valencia.

“Queremos que sea un acto reivindicativo, pero también lúdico, queremos hacernos visibles y hemos hecho un video también para las redes a nivel nacional y diocesano”, añade para a continuación contar lo que está preparado en Valencia este domingo:

“En la plaza de la Virgen celebraremos nuestro acto con una perfomance y el lema ‘En la Iglesia con voz y voto, por la igualdad y la dignidad de las mujeres’, porque somos muchas, tenemos mucho que decir y ofrecer, y levantamos la voz y decimos basta, queremos una Iglesia renovada y equitativa, hasta que la igualdad se haga costumbre”.

Por su parte, Pilar Calle, feminista creyente, de la HOAC de Barcelona explica que “un año más, alrededor del 8 de marzo, las mujeres creyentes volvemos a alzar la voz, vamos creciendo en diversidad, cada vez somos más grupos en diferentes ciudades de España, vamos creciendo también en experiencia comunitaria y sororal y todo esto nos alimenta, nos nutre y empodera”.

“Para nosotras, encontrarnos y tejer redes forma parte de nuestro modo de estar en el mundo, y así tuvimos nuestro primer encuentro en Madrid en el mes de noviembre y a partir de la reflexión conjunta, hemos ido preparando este día: “el cartel para difundir, que es expresión creativa de nuestro sentir, un comunicado que recoge nuestra mirada y hacia dónde vamos desde la realidad, actual y un gesto público con el que visibilizar todo lo anterior”.

Sobre el proceso en el que está participando, comenta que “está siendo un gran regalo poder compartir toda esta tarea y también está siendo un momento privilegiado de encuentro entre compañeras de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), pues formamos parte y estamos comprometidas en estos espacios”.

También puedes leer —  Cinco trabajadoras cristianas comparten su compromiso militante

También valora la implicación de las trabajadoras cristianas de la HOAC “que estamos a pie de calle, con la realidad social, en un camino fraterno y transformador, también estamos llamados a ser movimiento de Iglesia en frontera, seguidores y seguidores de Jesucristo, llamados a profundizar en nuestras relaciones y carismas, a dejar que el Espíritu de la HOAC crezca desde nuestro caminar colectivo abierto y dinámico, para colaborar en la Iglesia abriendo puertas para que el Dios de la vida nos ayude a saber leer los signos de los tiempos y nos impulse a actuar como mujeres y hombres caminando en una Iglesia verdaderamente comunitaria, no excluyentes al servicio de este mundo”.

Pepa Torres, teóloga feminista, pone el acento en la transcendencia internacional de este movimiento que camina hacia “la celebración de este sínodo mundial de mujeres. en octubre de este año. en Roma, presencial y virtual, una peregrinación de mujeres, planteando nuestras propuestas, de reforma estructural de la Iglesia desde la perspectiva de la mujeres, de género”.

Así explica que, “de alguna manera es la reivindicación de fondo que hacemos a la Iglesia y también a Francisco, una revuelta con el espíritu de Francisco que, creemos, va más allá de donde Francisco puede llegar por sus inmensas limitaciones, no solo las propias de la Iglesia, sino también de su visión como varón de una determinada edad”.

Igualmente, señala “otro tema que nos ocupa y preocupa últimamente mucho” como , es “la tolerancia cero contra la pederastia en la Iglesia y la violencia hacia adultos y adultas, vulnerados”,

En este sentido, las mujeres feministas creyentes consideran que además de “exigir una investigación extraordinaria de esta infamia e inmensas experiencias de sufrimiento”, es necesario a la vez “repensar y exigir cambios en la Iglesia para que esta asimetría del poder tan grande no exista, porque creemos que el tema del abuso tiene que ver con el poder, el clericalismo y con la sexualidad”.