La Iglesia compostelana hace suyo el dolor por el naufragio del “Vila de Pitanxo”

La Iglesia compostelana hace suyo el dolor por el naufragio del “Vila de Pitanxo”
La Iglesia de Santiago de Compostela, con sus obispos a la cabeza, el titular Julián Barrio y el auxiliar Francisco Prieto, han querido hacer suyo el dolor por la pérdida de los marineros del pesquero Vila de Pitanxo, con base en Marín (Pontevedra), que se hundió en aguas de Terranova (Canadá).

En una carta firmada por ambos prelados hablan de que “una vez más, la tragedia ha visitado nuestra tierra”, en referencia a las muertes de siete trabajadores del mar y la desaparición de otros 14 que formaban la tripulación de esta embarcación.

Además han insistido en que ante “la vulnerabilidad de las gentes del mar” debe ser más atenta “la solicitud de la Iglesia y de la sociedad en su conjunto, para salvaguardar todos sus derechos”.

“Encomendamos al buen Padre Dios y a su gran misericordia las vidas de estos hijos que han pagado con su vida el duro ejercicio de la noble profesión de las gentes del mar, a la vez que damos gracias a Dios por los que han sobrevivido”, se puede leer en la misiva hecha pública al poco de conocerse este nuevo desastre marítimo.

“Como en muchos otros momentos de las difíciles encrucijadas de la vida, pedimos consuelo y la fuerza que tuvo el Crucificado, para todas las familias de los náufragos, para que se recuperen de su dolor inmenso, que hoy lo hacemos también nuestro”, firman Barrio y Prieto.

Solidaridad con los familiares afectados

Los obispos afirman también que “todos, sabremos responder solidariamente con las familias de los afectados”, por lo que apelan a “la generosidad de todas las ayudas sociales pertinentes”.

Terminan deseando que “toda la gente del mar seamos capaces de unir nuestras fuerzas, para transmitir a los afectados y a la familia marinera el cariño y la cercanía de Jesucristo y de su Iglesia” y recordando, como es costumbre, la estrofa de la Salve Marinera, como oración dirigida a la estrella de los mares:  que dice “de tu pueblo, a los pesares, tu clemencia dé consuelo. Fervoroso llegue al suelo, y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor”.