Ilegal

Ilegal

Una noche desapacible escalé desgarrado una alambrada y corrí inmune. Ahora me hallo entre gente feliz. Extiendo una manta en el suelo y les ofrezco objetos asequibles a bajo precio. Junto a los templos de la moda, los transeúntes me miran con sonrisa misericorde. De pronto, he de huir enloquecido con el fardo a la espalda junto a una multitud que se estremece bajo la carga. Mimetizado en un rincón, llega hasta mí el brazo justiciero y quedo maniatado. Ya soy un ilegal. Pertenezco a esa humanidad errante que creyó llegar al mejor mundo posible y comprendió que  aquello solo era una etapa del camino.

 

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