La ley de vivienda de los movimientos sociales ha sido rechazada en el Congreso
La ley de vivienda impulsada por un amplio conjunto de organizaciones sociales y sindicales, también eclesiales como la Juventud Obrera Cristiana( JOC), ha sido rechazada en el Congreso de los Diputados con los votos de PSOE, PP, Vox y Ciudadanos.
El rechazo de ayer deja en el olvido esta iniciativa que había sido elaborada con el concurso de las asociaciones que defienden el acceso a la vivienda como derecho, entre las que destacan la plataforma antidesahucios, el sindicato de inquilinas, Nadie sin Hogar y los sindicatos CCOO y UGT.
Para no dar por roto el acuerdo de investidura, en el que figuraba el compromiso de regular el acceso a la vivienda, Unidas Podemos tuvo que recurrir a la filigrana parlamentaria de no firmar, ni defender en la tribuna de oradores la proposición de la ley de los movimientos de vivienda, aunque votó a favor de su toma en consideración.
A la vez respaldó la proposición de ley presentada por el grupo parlamentario socialista que había sido duramente criticada por los movimientos sociales por no contemplar la prohibición de los desahucios de las familias vulnerables sin alternativa habitacional –se suspenden por un máximo de cuatro meses–; ni impedir el corte de los suministros básicos, ni contemplar la dación en pago; y dejar la regulación de los alquileres a la voluntad de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
Queda ahora la posibilidad de presentar enmiendas con algunas de las medidas propuestas por los movimientos de vivienda a la ley de vivienda avalada por el PSOE. Su inclusión no parece fácil, a tenor de las posiciones adoptadas por el grupo socialista.
Fuentes del Ejecutivo han anunciado la intención de mantener el calendario previsto y llevar el anteproyecto en segunda lectura al Consejo de Ministros antes de acabar el año, probablemente el 28 de diciembre. Su tramitación parlamentaria comenzaría entre enero y febrero de 2022.
Redactor jefe de Noticias Obreras