La Iglesia de Cádiz muestra su solidaridad y cercanía con los trabajadores del metal

La Iglesia de Cádiz y Ceuta denuncia la falta de disposición de las partes para llegar al acuerdo y la inoperancia de las Administraciones para encontrar un solución al conflicto de la huelga del sector del metal en la provincia gaditana, que cuenta con una tasa de paro que ha alcanzado el 27% de la población activa.

El Secretariado diocesano de Pastoral Obrera y la HOAC diocesana, movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos, han emitido un comunicado en el que explican sentirse en la obligación de sumar su voz ante la situación que atraviesan las familias y personas trabajadoras del metal de la provincia, así como la sociedad en su conjunto, y expresan su “solidaridad, disponibilidad y cercanía”.

Recuerdan que está en juego el futuro del sector económico más importante de la provincia, formado por unas 700 pequeñas y medianas empresas, con 25.000 trabajadores y trabajadoras. De hecho, las plantillas de las grandes empresas como Navantia, Airbus o Dragados Off-Shore en la Bahía de Cádiz, o Acerinox y Cepsa en el Campo de Gibraltar no están convocadas a la huelga, aunque muchos de sus comités de empresa se han solidarizado con las movilizaciones.

Convenio caducado

El convenio colectivo del sector caducó en diciembre y, desde ese momento, los trabajadores no cuentan con un marco definido para determinar sus relaciones laborales. La discrepancia fundamental está en la subida de los salarios. Los sindicatos exigen que se traslade cada año a las tablas salariales la subida del coste de la vida. Para este año, reclaman una subida del 2% este año, medio punto más para el 2022 y un incremento final hasta el 3% en 2023. La patronal ha propuesto una subida del sueldo menor: un 0,5% para este 2021, siete décimas más para el año próximo y que se consolide en un 1,5% en 2023.

Sin embargo, el malestar va más allá de la pérdida de poder adquisitivo, ya que muchos trabajadores se quejan de un sin fin de incumplimientos del convenio, de la alta temporalidad y la precariedad, así como del desinterés de las grandes compañías por las condiciones de trabajo en las las empresas auxiliares a las que recurren habitualmente.

Incapacidad para el acuerdo e inoperancia de las administraciones

La Pastoral Obrera y la HOAC diocesana, como movimiento de Acción Católica especializada en la promoción y atención del mundo obrero empobrecido, han denunciado “la incapacidad de llegar a un acuerdo las partes negociadoras del convenio colectivo, así como la inoperancia de las administraciones afectadas a la hora de mediar y ofrecer una solución que sea satisfactoria”.

Igual que el papa Francisco, que la audiencia General del día 17 de este mes, refiriéndose al conflicto de Borno Vallbelluna en Italia, realizó un llamamiento para que “en esta situación, así como en otras situaciones similares que ponen en dificultades a muchas familias, no prevalezca la lógica del lucro, sino la del reparto justo y solidario”, la iglesia gaditana apuesta por un pacto que refleje una retribución justa que no les haga “perder poder adquisitivo” a los trabajadores.

“Aplaudimos las movilizaciones obreras como único medio que han dejado a los trabajadores y trabajadoras para defender sus derechos y reivindicaciones ante el fracaso de la negociación del convenio”, afirman, al tiempo que les animan a que “no cejen en sus denuncias, intensifiquen su solidaridad, sigan movilizándose por el reconocimiento práctico de sus derechos laborales” y de una retribución justa que no les haga perder poder adquisitivo”.

Por último, hacen extensivo a toda la sociedad gaditana su llamada a no mirar a otro lado ante el dolor de estos trabajadores y trabajadoras, hermanos y hermanas nuestros y sus familias, además, de alentar a reunir los esfuerzos necesarios para que “en nuestra provincia de Cádiz, sea debidamente reconocido el “trabajo decente” y la dignidad de todas las personas, en especial, de las más vulnerables”.

Jose Luis Palacios

Redactor jefe de Noticias Obreras