Francisco: ¡Ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo!

Francisco: ¡Ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo!
Con un mensaje en Twitter, Francisco se ha sumado a la solemnidad de San José Obrero y día del pueblo trabajador que se conmemora hoy, 1º de Mayo, en todo el mundo, exhortando a que “encontremos caminos que nos lleven a decir: ¡Ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo!”

El trabajo, una urgente cuestión social

Es su carta apostólica Patris corde, publicada en diciembre, recordaba a san José, como padre trabajador del que Jesús de Nazaret “aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio trabajo”.

Francisco destaca que hoy, el trabajo vuelve a ser “una urgente cuestión social” ya que el desempleo “alcanza a veces niveles impresionantes, aun en aquellas naciones en las que durante décadas se ha experimentado un cierto bienestar, es necesario, con una conciencia renovada, comprender el significado del trabajo que da dignidad”

En el magisterio social de la Iglesia, el trabajo es una forma de participar en la creación y en “el advenimiento del Reino”. En ese sentido, se concibe el trabajo como la actividad humana fundamental para “desarrollar las propias potencialidades y cualidades, poniéndolas al servicio de la sociedad y de la comunión”. Cualquiera que sea la tarea que desarrolle, la persona trabaja y, con ello, “colabora con Dios mismo, se convierte un poco en creador del mundo que nos rodea”, señala Francisco.

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Encontremos caminos ante la pérdida de trabajo

El papa Francisco subraya en Fratelli tutti que corresponde al ámbito de la comunidad y de la acción política hacer posible, por la vía del diálogo y la amistad social, un desarrollo humano integral, capaz de construir fraternidad, puesta al servicio del verdadero bien común. De ahí que señale que «el gran tema es el trabajo» (FT, 162), «libre, creativo, participativo y solidario» (EG, 192), clave en su pontificado, y esencial para el cuidado de todas las personas y de la casa común.

La crisis actual que es “económica, social, cultural y espiritual”, advierte en Patris corde, reclama de toda la comunidad política la importancia de redescubrir el significado y la necesidad del trabajo “para dar lugar a una nueva ‘normalidad’ en la que nadie quede excluido”.

“La obra de san José nos recuerda que el mismo Dios hecho hombre no desdeñó el trabajo. La pérdida de trabajo que afecta a tantos hermanos y hermanas, y que ha aumentado en los últimos tiempos debido a la pandemia de Covid-19, debe ser un llamado a revisar nuestras prioridades. Imploremos a san José obrero para que encontremos caminos que nos lleven a decir: ¡Ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo!”, exhorta Francisco.